Con una apretada victoria ante Argentina en Quito, en el partido final del Campeonato, el equipo verdeamarillo sumó su décimo título sudamericano, pues se había encumbrado en los años 1988, 1991, 1995, 1997, 1999, 2001, 2005, 2007 y 2009.
Los de Emerson Ávila también se clasificaron a los Juegos Panamericanos que se celebrarán este año en la ciudad mexicana de Guadalajara.
Detrás de Brasil se ubicó Uruguay, que no pudo competir por el título, ya que Ecuador, más con garra que con buen fútbol, le frenó al lograr un empate 1-1, en el partido de antesala de la gran final.
Brasil, Uruguay, Argentina y Ecuador son los cuatro equipos que llevará Sudamérica a los Panamericanos y al Mundial, ambos en México.
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Colombia y Paraguay, que se midieron en un partido de puro trámite, el que abrió esta jornada, no alcanzaron la clasificación, aunque llegaron hasta el hexagonal final, dejando atrás a Perú, Chile, Bolivia y Venezuela, eliminados en la primera fase.
Unas 3.000 personas asistieron este sábado al estadio "Casa Blanca" de la capital ecuatoriana, para ver los tres partidos de la jornada final del Sudamericano.
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El encuentro Brasil-Argentina, el clásico sudamericano, concluyó con drama, por la insistencia gaucha para alcanzar el empate, que no le habría bastado para molestar a los verdeamarillos, que ya se empezaban a ceñir desde la penúltima jornada.
Al concluir la fría velada en Quito, la copa del Sudamericano fue entregada al capitán del equipo brasileño, Marquinhos, por el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Luis Chiriboga.
Uruguay recibió la copa como subcampeón sudamericano y sus jugadores se colgaron la medalla de plata del torneo.
El uruguayo Juan Mascia se llevó el trofeo al mayor goleador del torneo, por haber alcanzado seis dianas, mientras que la selección de Ecuador se alzó con la del "Juego Limpio".
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Los jugadores brasileños bailaron samba, al grito de "Eu Campeao", en el centro del estadio "Casa Blanca" de Quito, donde el hábil delantero Adryan se cobijó con una bandera de su país para arengar a los pocos aficionados que se quedaron para la premiación.