El Palmeiras venció este miércoles por 1-0 al Sport Áncash peruano en un partido duro y poco vistoso de la Copa Suramericana que lo ha matriculado en los cuartos de final contra el Argentinos Juniors.
Cuando el partido parecía abocado a los penaltis, dado que en la ida terminó igualado sin goles, pareció Jumar para regatear a dos rivales en el área grande y rematar a la portería del conjunto peruano.
El gol dio la clasificación directa a los brasileños.
El Palmeiras salió este miércoles con cinco suplentes, uno de ellos el debutante Roque Júnior, campeón del Mundial de 2002 con Brasil, que acaba de unirse a la disciplina del club paulista y todavía no había jugado con sus compañeros.
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Los suplentes del conjunto comandado por Vanderlei Luxemburgo encontraron dificultades para evitar el intenso marcaje practicado por el Sport Áncash, que ahogaba al equipo local en su propio campo.
La lucha por el balón fue encarnizada y el árbitro acabó decretando una roja directa y ocho amarillas, para apaciguar los ánimos en ambas escuadras.
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El diluvio que había caído en Sao Paulo minutos antes del comienzo del partido -y que luego se intensificó en la segunda mitad- tampoco ayudó al espectáculo, puesto que algunas áreas del césped se encharcaron, frenando el balón.
Con todos estos factores, la primera mitad transcurrió con un ritmo lento y poca creatividad por parte de ninguno de los equipos. Sólo el Palmeiras consiguió rematar entre los tres palos al filo del descanso, pero el arquero Johny Vegas repelió el remate de Maicosuel.
Al comienzo de la segunda mitad, Luxemburgo decidió mover el banquillo y dar entrada a dos hombres de creación y habilidad rematadora, como Kléber y Diego Souza.
No obstante, las cosas se complicaron para los locales con la temprana expulsión de Sandro Silva, que realizó una entrada con la suela a la altura del pecho de Luis Collantes, más propia de un combate de taekwondo que de una cancha de fútbol.
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Con superioridad numérica, los visitantes encontraron más espacios y realizaron sus primeros remates sobre el arco brasileño.
Los más peligrosos fueron obra del brasileño Romaille Calheira que, primero, envió cerca del larguero un centro de Germán Carty y, después, disparó un potente tiro que obligó a estirarse al meta Bruno.
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Los locales también incrementaron su presión y multiplicaron sus ocasiones en los últimos minutos, aprovechando el creciente cansancio de la zaga peruana.
Finalmente, tuvo el premio Jumar, que pese a la pesadez del campo por la lluvia, consiguió zafarse de dos adversarios en medio del área del Áncash, para finalizar la jugada y el partido con un preciso y oportuno tiro a las redes.
Rio de Janeiro (Brasil)