Una asociación presidida por el exjugador alemán Marcus Urban busca dar un golpe contra la homofobia en el fútbol, mediante un proyecto que espera dar frutos visibles aproximadamente en un año.
El tema de la homofobia en el fútbol es algo que cada tanto resurge. Recientemente, el exinternacional alemán Thomas Hitzlperger se convirtió en el primer jugador de élite que, aunque después de terminada su carrera, se declaró abiertamente homosexual.
Muchos creen que tiene que haber más casos pero que los afectados se ocultan por temor a reacciones homofóbicas. En Sudamérica, muchos recuerdan cuando Daniel Pasarella, siendo seleccionador argentino, dijo que nunca convocaría a un homosexual.
Marcus Urban no llegó tan lejos en su carrera deportiva como Hitzlperger, pero jugó en las selecciones juveniles de la extinta RDA al lado de compañeros que luego harían carreras importantes como Bernd Schneider o Thomas Linke.
Su experiencia como jugador gay que no encuentra un ambiente para vivir abiertamente su preferencia sexual la abordó Urban en su autobiografía "Versteckspieler" (Jugadores al escondite). Ahora, el proyecto que él impulsa es un nuevo intento por romper el tabú de la homosexualidad en el fútbol.
Urban, en una conversación con EFE, explicó que el proyecto surgió cuando dos estudiantes le comentaron que a algunos jugadores se les organizaban matrimonios de conveniencia para que no surgieran rumores sobre una posible homosexualidad.
"Los tres nos dijimos que no queríamos vivir en una sociedad que no aceptara la diversidad y que obligara a la gente a esconderse", dijo Urban.
Poco después, surgió la idea de crear una sociedad para la defensa de la diversidad. No sólo se trataba de luchar contra la homofobia, sino también contra otras formas de discriminación.
En el campo de la defensa de los derechos de los homosexuales y de la lucha contra la homofobia en el deporte, había una experiencia previa que decidió aprovecharse a través de diversos proyectos.
Uno de ellos consiste en organizar un partido con un equipo en el que jueguen tanto jugadores homosexuales como heterosexuales que se declaren solidarios contra la homofobia.
En la página web de la asociación (www-verein-fuer-vielfalt.de) aparece un esquema con la formación de un equipo de fútbol, se ven en un campo camisetas sin nombres que a la postre deberá ser el Team Vielfalt (el equipo variedad).
En las posiciones para las que ya se ha comprometido un jugador o un exjugador, las camisetas están coloreadas de blanco. Hasta ahora hay dos camisetas coloreadas, un defensa central y un centrocampista no identificados.
Los nombres, explicó Urban, sólo se darán a conocer cuando se tenga el equipo completo, lo que se espera lograr en aproximadamente un año.
"Cuando tengamos once jugadores, organizaremos un partido y soltaremos la bomba", dijo Urban.
El equipo rival, según planes, deberá estar formado por antiguas estrellas dispuestas a apoyar el proyecto.
El proyecto está abierto a jugadores provenientes de fuera de Alemania.
"Naturalmente, en todas partes del mundo debe haber buenos jugadores homosexuales", dijo Urban.
La asociación coopera con diversas personas e instituciones, entre las que destaca el FC St.Pauli, un equipo de culto en Alemania que actualmente juega en la segunda división y que tuvo en su momento a un homosexual declarado, Corny Littmann, como presidente.
Hitzlperger podría ser naturalmente una figura clave para apoyar el proyecto.
"Le he escrito, pero hasta ahora él no se ha reportado", dijo Urban.
En la selección femenina alemana de fútbol ha habido varios casos de jugadoras lesbianas que no han ocultado en ningún momento su preferencia sexual.
"Las mujeres parecen tener menos miedo a su propio sexo", comentó Urban.