Niersbach anunció su dimisión tras una reunión de la cúpula de la DFB y dijo que asumía la "responsabilidad política".
El escándalo surgió tras una denuncia de la revista "Der Spiegel" sobre presuntos sobornos pagados para obtener el Mundial de 2006 pero lo que terminó llevando a Nierbach a la dimisión fueron unas investigaciones por evasión de impuestos, derivadas de lo anterior.