Oscar Héctor Quintabani llegó al Cúcuta en plan de salvador, pero luego de tres partidos parece que cumplirá tareas de forense pues el Motilón parece muerto. Claro, queda aún mucho torneo y el descenso sólo se conocerá en noviembre, pero a este paso, y con este nivel de juego, no se le augura nada bueno a un rojinegro que no sólo no gana: ni siquiera es capaz de marcar un gol.
Lo mejor del Cúcuta frente a Itagüí volvió a ser Williams Buenaños, el buen arquero que hace que los partidos apenas se pierdan 1-0, porque con este marcador se cayó frente a Itagüí, Cali y Equidad (en la era Quintabani) y por ese resultado se perdió frente a Real Cartagena en el partido que definió la salida de Juan Carlos Díaz.
Si a esto le sumamos el 4-0 frente a Once Caldas, tenemos que van cinco derrotas consecutivas en las cuales el equipo ni siquiera ha sido capaz de marcar un gol. De ahí que apenas lleve cinco anotaciones convertidas en los 11 juegos disputados.
El de este domingo, por ejemplo, volvió a ser la demostración de lo que le cuesta al Cúcuta generar peligro. Porque sí, hasta tres cuartos de cancha llega sin problema, pero a partir de ahí su creativo, Martín Morales, no tiene ni idea de qué hacer con lo que los hombres de punta, Martín García, Carlos Herrera y Henry Palacios, quedan totalmente desconectados.
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Quintabani sacó a Morales, negado, para la segunda parte, y con Edwin del Castillo y Cristian Arévalo (que entró por Palacios) buscó darle profundidad y control a la pelota, pero el eficiente Itagüí respondió de inmediato. Las águilas, que habían jugado como en segunda toda la primera parte, pasaron a tercera y en el minuto 4 Cleyder Alzate abrió el marcador.
Luego los de Hernán Torres volvieron a segunda y así, en un ritmo parejo y sin preocuparse, ganaron el partido.
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El desespero en Cúcuta se expresó en forma de 'Falucho' Herrera, quien se fue expulsado por dos amarillas, la primera de ellas una patada a las vallas que mostró toda su impotencia, pero sobre todo en el malestar de una afición que se siente irrespetada y que no entiende cómo algunos jugadores que parecen caminar el terreno de juego (como Morales o el silvado Luis Núñez), pueden ser titulares en el club de sus amores.
El motilón se hunde y nadie parece poder salvarlo. Es último en la Liga con 7 puntos y es último en la tabla de promedio con dos puntos menos que Real Cartagena, cuya derrota, sumada a la de Patriotas, parecen ser la única buena noticia que llega por estos días al General Santander.