Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Gol Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
No, gracias.
¡Claro que sí!

Publicidad

Santos-Peñarol: la final de la Copa Libertadores revive su historia

Desde las 7:50 de esta noche, en horario colombiano, los dos primeros campeones del torneo de clubes más importante del continente se volverán a ver las caras. Con un 0-0 en la ida en Montevideo todo puede pasar, excepto que se repita el tercer partido del 62.

Este miércoles se define el nuevo rey de América. Claro, la palabra "nuevo" se refiere a la edición 2011, porque sea el que sea el campeón de la Copa Libertadores, uno de los eternos gigantes de América habrá vuelto a reinar.

Santos, campeón en 1962 y 1963 y gran protagonista de los últimos años sin lograr nunca una tercera corona, tiene la ventaja aparente después de haber logrado un 0-0 en su visita a Peñarol, primer campeón de la Copa en 1960 y 1961, y dueño además de los títulos de 1966, 82 y 87 (este último sobre América de Cali).

Pero el renacimiento del tigre paraguayo no parece temerle a la definición de esta final en casa de un viejo rival. Darío Aguirre, el héroe que anotó el gol del último título continental del club más popular de su país, ha logrado conformar un equipo de guerreros que nunca se sintió menos que nadie y que dejá litros de sudor en el campo.

Será una final competida pues este Santos, a pesar de contar con el talentoso y cotizado Neymar, es un equipo de orden defensivo, táctica, paciencia y poco espectáculo. El único diferente es el nuevo "heredero" de Pelé (pobres las estrellas santistas, siempre las van a comparar con 'O Rei'), pero Peñarol ya mostró que le tiene la medida a las figuras como él y hay que ver si la presión general no le afecta.

Publicidad

La final de esta Libertadores 2011 reedita la del 62. Ese año Santos pegó primero en Montevideo con un 1-2 que parecía decisivo gracias a dos goles de Coutinho, pero en la vuelta Alberto Spencer mostró todo el poderío de Peñarol, que se impuso en Brasil por 2-3. Esto obligó a un tercer partido, jugado en Buenos Aires, en el que Pelé mostró quién era y fue estrella para un 3-0 contundente.

Esta vez no habrá tercer partido. El campeón se define esta noche, una noche de Copa; una noche de historia. 

Publicidad

  • Publicidad