Este miércoles se dio fin a las negociaciones. Finalmente, los obreros decidieron ceder un punto a la solicitud de incremento del salario, que era del trece por ciento, y lo dejaron en doce.
"La huelga ha terminado," dijo Lesiba Seshoka, vocero de los trabajadores que edifican los proyectos relacionados con el Mundial de Fútbol. "Recibimos una buena oferta."
Cerca de 70 mil obreros iniciaron la protesta el pasado miércoles para detener el trabajo en los estadios, aeropuertos, autopistas y la ferrovía de alta velocidad en Johannesburgo. Estas obras tienen programada su culminación para diciembre del presente año.
Danny Jordaan, jefe del Comité Organizador de la Copa del Mundo, selló con un discurso el fin de la controversia que puso en tela de juicio la realización del campeonato en Suráfrica. "Que la construcción se reinicie en serio", afirmó.
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El nuevo acuerdo salarial incluye concesiones por parte de los empleadores en una serie de beneficios tales como vacaciones, primas e indemnizaciones por los procedimientos.
Sudáfrica, una potencia económica regional, tiene una tasa de desempleo de alrededor del 25 por ciento y entró en una recesión por primera vez en casi dos décadas. La economía se redujo en un 6,4 por ciento, poniendo presión sobre las empresas, y ya se han producido cientos de despidos.
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Mike Wylie, portavoz de la Federación Sudafricana de Contratistas de Ingeniería Civil, dijo que simpatizaba con las preocupaciones de los trabajadores y agregó que el nuevo acuerdo será un "largo camino" para la mejora de las remuneraciones.
El funcionario agregó que confía en la labor de los constructores para reponer una semana de tiempo perdido. Es importante para Sudáfrica para acoger con éxito la Copa del Mundo y "silenciar a los cínicos", sentenció.