Uno de los lugares más afectados por la tormenta que azotó a Buenos Aires fue el Monumental de Núñez. Dentro del campo de juego se podía observar los grandes charcos que se habían acumulado. Rapallini, encargado de inspeccionar el terreno, salió en dos oportunidades para probarlo y determinó suspender y reprogramar dicho encuentro.
"A las 18.30, la cancha estaba anegada y a las 18.50, si bien había bajado un poco había muchos lugares con agua y anegados. Encima seguía lloviendo. La decisión la tomo yo con la terna arbitral. La situación no estaba dada. Había voluntad de jugar, quisimos hacerlo, pero las condiciones de la cancha y las climáticas no estaban dadas: hay mucha intensidad de lluvia e, incluso, descargas eléctricas", expresó el árbitro.
Minutos después de haber tomado la decisión, se determinó que el horario para el encuentro será este lunes a la misma hora, dependiendo del pronóstico de lluvia y tormentas eléctricas para las próximas horas.