Al interior de la nómina de José Pékerman están claros los roles: Mario Yepes, al borde de los 40, Amaranto Perea, coqueteándole al cuarto piso, y Faryd Mondragón, ya asentado en él, eran el puente generacional entre un sexagenario como el argentino y una base de jugadores veinteañeros en los que hay algunos líderes claros: Abel Aguilar, capitán de la mayoría de ellos en la Sub-17 y la Sub-20 y Camilo Zúñiga, el encargado de canalizar la alegría de las idiosincrasias locales de cada uno de los integrantes de este bloque.
Por eso, ante la ausencia del gran capitán que es Yepes, esta vez la banda quedó en el brazo de Zúñiga, quien de entrada protagonizó uno de los momentos más esperados del partido: el intercambio de banderines con Neymar, capitán de Brasil con quien protagonizó la polémica jugada que terminó con la lesión del 11 y su retiro del Mundial en el duelo de cuartos de final que enfrentó a estas dos selecciones.
Zúñiga cumplió en lo táctico y supo manejar la calentura del partido en las cabezas de sus compañeros, producto de un arbitraje débil y sin carácter, y fue él quien impidió que la expulsión de Juan Guillermo Cuadrado terminara en algo peor.
El del Napoli se mantiene en la lista de capitanes de Pékerman, quien también le ha entregado la banda a Falcao García y David Ospina. ¿Se mantendrá como el jefe del camerino en esta nueva etapa que se viene rumbo a Rusia 2018? Esa es la gran pregunta
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