Blatter, que visitó a las autoridades israelíes y lo hará con las de palestinas, trata de calmar los ánimos ante la intención palestina de pedir en el próximo congreso de la FIFA, el 29 de este mes, la suspensión de la asociación israelí, al considerar que viola los estatutos de la federación.
La parte israelí ha aceptado de inmediato la oferta del partido de Blatter, que todavía no ha obtenido respuesta palestina.
El presidente de la FIFA se entrevistó con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y lo hará con el presidente palestino, Mahmud Abás, para tratar de solucionar la cuestión.
Ya ha indicado que no es favorable a la suspensión de Israel y apuesta por no permitir la politización del fútbol, si bien también ha dicho que Israel "tendrá que hacer concesiones" a los palestinos en el terreno deportivo.
Entre los distintos problemas que denuncian los palestinos están los problemas para desplazarse de sus jugadores o de los de otros países árabes para jugar en su territorio, el racismo contra ellos en el fútbol israelí o el hecho de que Israel acepte en su liga a equipos de cinco colonias judías en territorio ocupado.