"Es un equipo acostumbrado a jugar con la máxima presión", dijo Luis Enrique, en una rueda de prensa previa al encuentro de Liga contra el Deportivo de La Coruña el miércoles, reconociendo que "es una situación especial a la que hay que adaptarse de manera diferente y no deja de ser una prueba".
El Barcelona, líder liguero, ha visto cómo en las últimas jornadas su cómoda ventaja se ha ido reduciendo hasta el punto que el Atlético de Madrid se encuentra segundo de la clasificación empatado a 76 puntos con los azulgrana, y el Real Madrid es tercero a un punto de ambos.
Pese a ello, a cinco jornadas para el final del campeonato español Luis Enrique sigue confiando en que el Barça ganará la Liga.
"Me aferro a mis jugadores, a su actitud, a la manera a de competir que tienen y a la fe que tengo en que podemos ganar todos los partidos", dijo el técnico azulgrana.
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"Es evidente que estamos en dificultades máximas", reconoció Luis Enrique, que prefiere no mirar hacia lo que hagan los rivales.
"Lo único que me interesa es mañana ser mejor que el Deportivo, a partir de ahí si conseguimos ganar nuestro partido, iremos al siguiente partido y a partir de ahí intentaremos ir creciendo en confianza, que creo que es una de las cosas básicas cuando uno está en una dinámica como la nuestra".
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Luis Enrique aseguró que se crece ante las adversidades y tiene "unas ganas enormes de que llegue el partido de mañana".
"Vamos, no me puedo imaginar si somos capaces de dar la vuelta a esto y ser campeones, el fiestón que nos vamos a correr, pero primero hay que ganar los partidos", concluyó Luis Enrique.