El conjunto brasileño ganó 4-2 desde el punto penal, en Montevideo. El marcador global fue de 3-3.
Danubio, ampliamente superior al conjunto visitante durante todo el encuentro, se fue al ataque desde el vamos, llegando con extremo peligro ya en la primera de cambio, ni bien se movió el balón del círculo central, en una jugada que complicó a la defensa del Sport Recife.
Los brasileños, cómodos con un resultado inicial de 3-0 en el partido de ida, se esforzaban poco y encajaron mal el trabajo de defensa.
A los 14, Giovanni Zarfino metió un espectacular cabezazo que pudo ser la apertura para los locales, que tapó de forma espectacular Magrao.
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En el tiro de esquina y tras una serie de rebotes y un bombazo en el palo que Magrao vio apenas pasar, Johnatan dos Santos puso en ventaja a Danubio con un disparo rasante desde el área chica que pasó de largo por debajo del meta rival para enfundarse en la red.
A los 21 minutos, el árbitro chileno Eduardo Gamboa sancionó un penal que remató Lucas Olaza fuerte, profundo al medio de la red.
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Con el 2-0 Danubio volvía a soñar y por un resbalón no llegó Ignacio González a hacerse de un pase que lo hubiera dejado solo ante el meta rival a los 24.
El partido era todo de Danubio que no dejaba respirar al conjunto brasileño, que en media hora de juego solo podía contabilizar una subida malograda de Fabio.
La vocación ofensiva del local lo llevó a descuidar su retaguardia y un cabezazo de Fabio a los 31 minutos pudo terminar en gol a no ser por una tapada providencial del meta Salvador Ichazo.
Apurado, Danubio comenzó a jugar impreciso y perdió más de una oportunidad de anotar, de una verdadera lluvia que caía sobre el arco brasileño.
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Pudo, pero no fue
En los segundos 45, Danubio siguió con la misma fuerza y en una escapada de Arroyo se generó un segundo penal ejecutado por el mismo Olaza que disparó fuerte, abajo a la izquierda al palo opuesto al que se jugó Magrao para concretar la paridad en la llave, a los 56 minutos de juego.
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Danubio era netamente superior.
A los 64 vino la algarabía total para la hinchada danubiana, por un gol dado por bueno por el juez chileno que finalmente terminó anulándolo y echando al amonestado Damián Malrechauffe por una incidencia insólita, en la que el balón golpea el codo del jugador y se incrusta en la red. Un error claro de la terna chilena ya que el jugador danubiano fue empujado dentro del área por un defensa y la pelota rebotó en él.
Sport Recife se perdió su única gran chance de gol a los 89 en los pies de Paulo Henrique, quien le pegó mal ante el meta Ichazo, para completar una muy deslucida actuación en el Estadio Centenario.
Pero en los penales, los brasileños fueron más efectivos anotando 4 de 4, frente a 2 de los locales, que vieron al veterano meta Magrao contener dos disparos.
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Los brasileños se quedaron así con la llave y el pase a la segunda fase.