La cosa es tan sencilla como esto: más allá de sus problemas personales, de sus escándalos, de que haya tenido un pasado oscuro y muchos crean que no va a poder superar sus problemas con la marihuana, Wilder Medina es el mejor delantero de la Liga Postobón.
Con todo el respeto que merecen sus demás, colegas, es impresionante lo del delantero del Tolima: estuvo tres meses suspendido, sin competencia, sin ritmo, y en cuatro partidos que ha disputado desde su regreso ya lleva cinco goles y le apunta al Botín de Oro, un trofeo por el que ha siempre peleado en los últimos dos años.
Esta vez lo tuvo que padecer el Cali, un equipo que vive su propia crisis tras la eliminación de Copa Sudamericana y la salida definitiva de Jorge Cruz, pero que en Ibagué mostró que tiene con qué lograr algo más que su pobre torneo.
Incluso fue la visita, con un Burbano que parecía querer sacarse del cuerpo la mala vibración de haber perdido el penal que dejó fuera de Copa al Cali, el que impuso condiciones. Pero no, ahí estaba Wilder.
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Cuando más hacía el Cali para dar un golpe en el Murillo Toro, Medina aprovechó una proyección de Vallejo y un centro de Pérez para abrir el marcador de forma acrobática y algo suicida.
El 1-0 en el marcador, sin embargo, no amilanó a un Cali que le apostó a dominar el balón y explotar en velocidad los espacios de una defensa que se ve sin sincronía. Noguera, por ejemplo, padeció de lo lindo a Burbano, y por eso el técnico encargado Jairo 'El Maestro' Arboleda', le apostó a meter a Anthony Tapia en vez de César Amaya.
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La fórmula casi le da resultado, pero en el último minuto de la primera parte Danny Santoya puso el 2-0. El hombre que anotó el primer gol de Tolima en este semestre aprovechó un buen pase de Marrugo tras un tiro libre que pegó en la barrera cakleña, y mano a mano con Castellanos puso el segundo, aunque claro, el arquero visitante por poco lo impide.
Lo de Santoya resulta curioso. El delantero sufre para convertir las opciones más claras y su feria del desperdicio en la segunda parte da para un vademécum, lo que hizo sufrir más de la cuenta a un Tolima que, para rematar, tuvo un segundo tiempo flojísimo en lo defensivo.
Eso sí, este Cali no la mete. Claro, hizo el 2-1 muy rápido, al minuto 6 de la segunda parte gracias a un buen tiro libre de Tapia , pero luego hizo figura a Silva y mostró que hay que trabajar mucho en definición.
Cali tuvo todo para empatar, las uñas no alcanzaban frente a los dientes de los hinchas del Tolima, y cuando parecía que el empate era lo más probable Cabrera tuvo una gran jugada para asistir a Medina y éste, con un toque sutil, de goleador, puso el 3-1 definitivo.
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Sí, el Tolima juega al ritmo de Wilder Medina y sus goles, cinco en cuatro partidos, tienen al equipo que peor arrancó esta Liga Postobón como uno de los protagonistas de ese nudo gordiano que se vive en mitad de tabla.
Repase todas las estadísticas del juego acá.
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