En el 2005 Wayne Rooney, la joya de la cantera del Everton, dejó Liverpool para tomar rumbo hacia Manchester en donde desde entonces viste la roja del Manchester United. En ese momento el máximo referente de los 'toffees' e ídolo del joven Rooney era Duncan Ferguson, a quien el club le rindió este domingo un homenaje para el que invitó especialmente a la estrella de la selección inglesa, que no tuvo problema en volverse a poner la camiseta que llevó desde las categorías infantiles.
Rooney jugó los últimos 15 minutos en la derrota 1-2 frente al Villarreal y su ingreso causó sensaciones encontradas en Goodison Park, pero terminó en una ovación tremenda para el antiguo canterano, a quien tantas veces esa misma tribuna ha insultado en los últimos diez años.