El equipo de Slaven Bilic, que no le ganaba a los ‘rojos' en casa hace 52 años, dio este sábado una lección de fútbol y lo derrotó con contundencia.
El encuentro comenzó de la mejor manera posible para los londinenses, necesitados de un resultado positivo después de encadenar dos derrotas consecutivas en casa, frente a los modestos Leicester y Bournemouth, y a los tres minutos se pusieron por delante gracias a un tanto del atacante argentino Lanzini.
El ex-River Plate, cedido en el West Ham por el Al-Jazira de Emiratos Árabes Unidos, aprovechó la pasividad de la defensa 'red' para empujar al fondo de las mallas un buen pase desde la izquierda de Aaron Cresswell.
Los pupilos de Bilic, que ya habían tomado el Emirates en la primera jornada de la liga, parecían dispuestos a hacer lo mismo en otro coliseo inglés como es Anfield, y al filo de la media hora subieron el 0-2 al marcador gracias a Mark Noble.
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El centrocampista inglés aprovechó un error de bulto del siempre dubitativo Dejan Lovren a la hora de salvar un balón en la línea de fondo para recoger un rechazo de la zaga y perforar, con un golpeo sutil con el exterior del pie derecho, la portería de Simon Mignolet, que hizo la estatua ante el asombro de la grada 'red'.
Todo apuntaba a que los 'hammers' iban a sumar su primer triunfo en Anfield desde 1963 ante un Liverpool que parecía ser uno de los candidatos al triunfo final en Premier tras un inicio de competición esperanzador.
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A los seis minutos de la reanudación, Philippe Coutinho, tras una dura entrada, recibió su segunda tarjeta amarilla, mermando todavía más si cabe las opciones 'red' en el encuentro.
Con los de Brendan Rodgers buscando el gol que les diera esperanzas llegó el definitivo 0-3, obra del delantero senegalés Diafra Sakho en el tiempo de descuento.
Este contundente triunfo dejó al West Ham en séptima posición de la tabla, con seis puntos, tras sumar dos victorias y dos derrotas, mientras que el Liverpool, invictos hasta hoy, es sexto, con un punto más que los londinenses.