El británico Mark Cavendish tiene a mano convertirse en el ciclista con más triunfos en la historia del Tour de Francia, por delante del belga Eddy Merckx, que encabeza una clasificación convertida en legendaria.
El hombre de la isla de Man ha regresado con fuerza a una carrera que se perdió en las dos últimas ediciones y, por ahora, se ha apuntado dos de las tres llegadas al esprint, lo que le convierte en el hombre más fuerte en ese ejercicio.
Con esos dos triunfos, Cavendish totaliza ya 32 en la ronda gala, a solo dos del "Caníbal", que cerró su leyenda con 34, una cifra que durante mucho tiempo se consideró inalcanzable.
Durante años, el británico fue el ciclista con más opciones de lograr ese récord. Dominaba el esprint y el Tour parecía tallado a su imagen y semejanza.
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Entre su primera victoria en el Tour, lograda en Châteaurroux en 2008, y la última, conseguida en esa misma ciudad la semana pasada, han sucedido muchas peripecias, pero siempre ha demostrado una enorme regularidad cuando sus piernas estaban a punto.
Hasta 2012 consiguió al menos tres triunfos en cada edición, con el récord de seis logrado en 2009. En 2013 sumó solo dos triunfos y al año siguiente sufrió una dura caída en la segunda etapa, disputada en Yorkshire, que le obligó a retirarse.
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Tras ganar solo una etapa en 2015, regresó con fuerza en 2016 para apuntarse cuatro más, las últimas que tenía hasta este año.
Aquella edición, en la que logró lucir un día el maillot amarillo, tras ganar la primera etapa en Normandía, parecía haber detenido su contador.
Cavendish iba cumpliendo años y veía como otros ciclistas más jóvenes se mostraban más potentes en las explosivas llegadas agrupadas. La leyenda de Merckx parecía estar a salvo.
El llegador británico, que nunca gozó de buena prensa en el pelotón por su carácter difícil, entró en barrena. A lo largo de este año incluso en depresión, lo que le llevó a plantearse abandonar el ciclismo.
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RESCATADO
El Deceunnick, equipo en el que ya había militado, decidió rescatarle y los planetas se alinearon para dejarle de nuevo en posición de alcanzar al belga.
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Superviviente nato, Cavendish volvió a mostrarse eficiente en las llegadas, al tiempo que su compañero de equipo, el irlandés San Bennett, ganador el año pasado del jersey verde de la regularidad, mostraba una mala forma física.
A última hora, el equipo apostó por él como esprinter y el británico llegó a Brest con una de las maquinarias más engrasadas para preparar las llegadas masivas.
Por si fuera poco, en la segunda etapa el australiano Cabel Ewan, el favorito de los esprints, sufrió una dura caída y se rompió la clavícula, dejando inciertas las llegadas masivas en el Tour.
Cavendish no desaprovechó la ocasión y todavía tiene posibilidades de sumar más victorias.
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Al menos cinco etapas tiene un perfil que abre la puerta al esprint, empezando por la que este martes llevará al pelotón a Valence.
El corredor de Man asegura que no tiene en su meten a la leyenda belga, pero quiere seguir sumando triunfos.
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Así lo pone de manifiesto las lágrimas con las que atravesó la línea de meta este domingo, a un minuto del fuera de control, en la segunda etapa alpina, acompañado de dos compañeros que trabajaron duro para evitar su descalificación.
No pudo hacerlo el belga Tim Merlier, ganador de la segunda etapa, lo que le elimina un rival de peso, al igual que el francés Arnaud Demarre.
El esprint se le va aclarando a Cavendish, que tiene en su mano convertirse en el hombre con más triunfos en el Tour.
Merckx, siempre pendiente de su propia leyenda, se ha apresurado a ponerse la venda antes de la herida y a quitar importancia a perder ese récord.
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"Ese récord de etapas no es algo que me quite el sueño, los récords están aquí para batirlos. Supongamos que suceda: todavía me quedarán algunos récords. Mark Cavendish nunca ganará cinco Tour de Francia y tampoco pasará nunca 96 días de amarillo", afirma el ambicioso exciclista belga.