El ciclista español tuvo que perseguir los últimos 35 kilómetros de la etapa 9 del Tour de Francia y al final solo perdió siete segundos con sus rivales.
"Estoy contento porque hemos salvado una situación muy complicada. Iba bebiendo en un tramo de asfalto entre sectores de pavés y he pasado por encima de un agujero o alcantarilla. Los compañeros han estado de diez tras esa caída, y no solo entonces, sino durante todo el día: ocupándose de los tres, solucionando este problema", aseguró Landa.
Landa felicitó a todos sus compañeros del Movistar por su trabajo en la etapa y ahora espera que el golpe de la caída no le pase factura.
"Hay que darle la enhorabuena al equipo por haber salvado una jornada muy dura e importante. Ojalá que el golpe sea solo chapa y pintura y pronto estemos al 100%. Ahora mismo no sé realmente cómo estoy; me 'pica' el hombro derecho y parece que no es nada más".
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Mikel Landa ocupa el décimo puesto del Tour de Francia a 1’ 42” del líder, el belga Greg Van Avermaet.