"¡Venga!", "¡Ánimo!"... Los gritos de apoyo a los jóvenes ciclistas de la Vuelta a Guipúzcoa, en el País Vasco español, se suceden en una tierra que siente pasión por la bicicleta, un preámbulo de la salida del Tour de Francia, el sábado desde Bilbao.
Cinco chicos del Team Iparralde, de entre 16 y 18 años, salieron el sábado por la mañana de Bayona (País Vasco francés) para estar presentes en la salida en Mendaro, al otro lado de la frontera, vestidos con su maillot rojo.
El equipo pretende ayudar a los jóvenes ciclistas del lado francés de los Pirineos a "competir bajo un mismo maillot".
Con la antigua gran esperanza del ciclismo francés Romain Sicard como entrenador de rendimiento, el team U19 (juniors) está integrado en los circuitos del calendario vasco español, "el más abundante de Europa", según la Federación Vasca de Ciclismo.
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En el recorrido, voluntarios con chalecos fluorescentes cortan los accesos de las carreteras, guiados por la policía autónoma. Cada equipo tiene su cuerpo técnico y su coche. Los aficionados aseguran el avituallamiento y animan sin descanso.
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Del armamento al ciclismo
Todos los fines de semana esta organización bien engrasada se repite. "Es una locura para nuestros chicos, se creen que están en el Tour de Francia", sonríe Txomin Lecuona, mecánico del equipo.
Matteo Vierge, de 19 años, ha venido a apoyar a sus amigos. Este año se ha unido a un equipo de Zarautz, a 20 kilómetros de San Sebastián, para poder correr "a un nivel elevado".
"Los mejores vienen aquí. Yo, para tener este calendario y este nivel, tendría que ir a Bretaña mientras que aquí puedo hacer ida y vuelta a casa", explica.
En Guipúzcoa la historia de la bicicleta está ligada a la del valle de Eibar. A principios del siglo pasado dos fabricantes de armamento, Orbea y BH, se reciclaron para convertirse en marcas de bicicletas.
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"Había riqueza y lógicamente dinero para los equipos", señala Francis Lafargue , antiguo mánager del cinco veces ganador del Tour Miguel Indurain.
Fue una Orbea la bicicleta que utilizó otra leyenda del ciclismo español, Pedro Delgado, cuando ganó su primera Vuelta en 1985. Ambas marcas siguen existiendo.
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El 1 de julio el Tour de Francia saldrá desde Bilbao, más de 30 años después de su último paso por España, en 1992, con una salida en San Sebastián, que recuerda el antiguo ciclista Peio Ruiz Cabestany, nacido en la ciudad.
La época dorada del Euskatel Euskadi
Para Ruiz Cabestany, ciclista importante del equipo Once, vencedor de una etapa del Tour en 1986, el amor de los vascos por el ciclismo viene del "gusto por los deportes de esfuerzo y sacrificio".
Durante una época dorada, el Euskatel Euskadi fue el abanderado del ciclismo de la región, pero tras 13 participaciones consecutivas en el Tour de Francia, de 2001 a 2013, no pudo mantener la estructura económica de un equipo de la categoría World Tour, la primera división mundial.
En 2013 sus mejores corredores, como Mikel Landa, Samuel Sánchez o los hermanos Izagirre, se buscaron otro destino. Hoy el equipo está en segunda división, por lo que no participará en el Tour.
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"Fue un equipo que era un poco el del pueblo vasco. Un día en los Pirineos se distribuyeron camisetas naranja a los aficionados y al día siguiente, en la meta, la montaña era literalmente naranja", recuerda Lafargue.
La primera etapa del Tour 2023, en los alrededores de Bilbao, tendrá varias ascensiones, cortas pero duras, entre ellas Pike (2 km al 9%). La segunda etapa saldrá de Vitoria para llegar a San Sebastián, las otras dos capitales de las provincias vascas.
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A continuación la Grande Boucle se dirigirá a Francia partiendo desde Amorebieta.