El campeón de peso pesado del WBC, Tyson Fury, sufrió un revés en la tercera ronda de su controvertido enfrentamiento con el novato en el boxeo, Francis Ngannou, a quien venció por decisión dividida. A sus 35 años, Fury quedó con un moretón impresionante debajo de su ojo izquierdo después de su actuación en el 'Riyadh Rumble'.
Sin embargo, la cicatriz de batalla ha empeorado con el pasar de los días desde que él y su esposa, Paris, dejaron Arabia Saudita.
Fury mostró su herida de guerra el viernes por la tarde cuando él y Paris salieron en Morecambe. Los dulces amantes de la infancia salieron con estilo, llevando su Rolls Royces negros para dar una vuelta.
La actuación de Fury contra el ex campeón de peso pesado de UFC, Ngannou, ha arrojado sombras sobre su histórica pelea por el título indiscutido con Oleksandr Usyk.
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Se esperaba que el 'Rey Gitano' se enfrentara rápidamente al invicto ucraniano el 23 de diciembre. Pero su tan esperado enfrentamiento se ha retrasado hasta febrero.
El copromotor Frank Warren le dijo a The Guardian: "La pelea ocurrirá antes del 2 de marzo y será por el título indiscutido y los cuatro cinturones. La IBF ha dado su consentimiento para ello y está todo listo. La pelea está confirmada. Todos están de acuerdo y se anunciará bastante pronto".
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El jefe de Queensberry Promotions, Warren, añadió: "No es solo por los moratones, también es el hecho de que estuvo en un campamento de 12 semanas y tiene un bebé nuevo. Fue una pelea difícil de ganar, así que necesita volver a casa y tomar un par de semanas de descanso. Luego solo tienes seis semanas para entrenar".
"Si la pelea contra Ngannou hubiera terminado temprano, el 23 de diciembre habría sido una fecha muy fiable. Pero cuando Tyson dijo que todavía estaba listo para pelear contra Usyk, le dije: 'No lo estás'”, fueron sus palabras finales.
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