En 2013, cuando el joven nacido en Cómbita se estrenó en el Tour de Francia el mundo del deporte quedó admirado. Tenía 23 años y se llevó el segundo puesto, la camiseta al mejor escalador y la de mejor joven. Ha nacido un grande, titularon los medios más importantes del mundo. Algo que volvió a demostrar tras ganar el Giro de Italia en 2014.
En 2015 había expectativa en la largada de la carrera más famosa del mundo. Chris Froome, Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali y otros grandes mostraban su respeto ante el colombiano.
El inicio no fue el mejor y perdió tiempo. Pero fue ahí que salió su casta de escarabajo, de boyacense aguerrido y de deportista de élite. Empezó a descontar y logró recortarle tiempo al líder, el británico Froome. No ganó el sitial de honor pero si fue segundo y se llevó la camiseta blanca.
Estuvo a punto de abandonar en España por enfermedad, pero tampoco cedió y obtuvo un honorífico cuarto lugar teniendo en cuenta los problemas de salud que enfrentó.
“Es una cosa de tiempo”, señaló su entrenador sobre el sitial de honor en París. La prensa especializada está de acuerdo. Se ha caído y se ha levantado. Ha aprendido y ganado experiencia.
Por ello enfrenta el 2016 con varios retos. Uno, por supuesto, es alcanzar el primer puesto en tierras galas. Otro es por el que cualquier deportista delira, un oro olímpico. Río de Janeiro verá a Nairo Alexander Quintana en acción. Un espectáculo que ningún aficionado al ciclismo se puede perder.
Updated: diciembre 28, 2015 11:10 a. m.