Hay que remontarse hasta febrero de 2015, cuando sumó dos empates frente a Lyon y Caen, para encontrar dos partidos consecutivos sin victoria del PSG en Ligue 1.
En esta ocasión perdió por primera vez ante el Lyon el pasado domingo (2-1) y ahora sumó un 0-0 en el Parque de Los Príncipes ante el Montpellier, en la jornada 29.
"No hay ninguna razón para estar satisfechos, tuvimos opciones para ganar, pero no fuimos eficaces en ataque. Lamento no haber alcanzado el objetivo, pero lo esencial es que no tenemos que lamentar lesiones", señaló el técnico local Laurent Blanc.
"Intentamos presionar muy arriba en el centro del campo y lo hicimos bien. En la zona de definición nos faltó precisión, fue lo que nos impidió ganar el partido", analizó el visitante Frederic Hantz.
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A pesar de este bache el PSG no tiene razón para preocuparse en la Ligue 1. Cuenta con 23 puntos de ventaja sobre el Mónaco (2º), que el viernes igualó 2-2 ante el Caen, tercero a 31 puntos.
Con este panorama, la jornada 31 se antoja una 'final' en el Parque de Los Príncipes ante el Mónaco, con la posibilidad de que en ese partido el PSG logre matemáticamente el cuarto título consecutivo.
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A tres días del trascendental duelo en Stamford Bridge, Blanc optó por reservar a algunos jugadores, dejando al sueco Zlatan Ibrahimovic a los brasileños Thiago Silva y David Luiz, al argentino Javier Pastore y al internacional italiano Thiago Motta en el banquillo.
Cavani no tuvo suerte
Tampoco jugaron dos piezas fundamentales. Blaise Matuidi, con problemas en la pantorrilla, y el italiano Marco Verratti, no recuperado del pubis, que apurarán plazos para no perderse el duelo ante el Chelsea.
Ante el Montpellier el PSG tuvo ocasiones para lograr la victoria. Nada más comenzar el uruguayo Edinson Cavani se topó con el larguero (3).
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Seis minutos después, en una acción por la banda izquierda, Cavani remató un centro del brasileño Maxwell, capitán este sábado, pero respondió el arquero Laurent Pionnier.
Más allá del resultado, una de las buenas noticias para el PSG fue la tranquilizadora actuación del argentino Ángel Di María, que parece haber olvidado sus problemas físicos.
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Ibrahimovic y Pastore entraron en juego cuando faltaba media hora para el final. El sueco dispuso de la bola de partido en el tiempo de descuento, pero no fue capaz de engañar a un impecable Pionnier en el área.
Gran dominador en el fútbol francés (defiende todos los títulos nacionales), el PSG confía en que los problemas surgidos en la última semana, sobre todo la falta de eficacia, no se trasladen al panorama europeo, donde tiene depositadas grandes esperanzas este curso.