Este
clásico del fútbol inglés no será recordado por su virtuosismo. Sin espacio
para las sutilezas, ambos equipos derrocharon esfuerzos sobre todo en una
primera parte de mucha pelea en el centro del campo.
Con
este escenario fueron escasas las ocasiones claras de gol. Tuvo más el
Liverpool, sobre todo en el tramo final del partido, pero entonces emergió De
Gea con un par de paradas de altísimo nivel que impidieron el triunfo local.
Tras
este empate no cambiaron las posiciones de ambos equipos en la tabla, que
buscan la regularidad necesaria para luchar por el título. El Liverpool queda
cuarto con 17 unidades a dos puntos del líder Manchester City y el United es
séptimo con 5 puntos menos que su rival de patio.
En
una Premier League muy disputada en estos primeros compases, también están en
la batalla el Arsenal que es segundo, con los mismos puntos que el City, el
Tottenham en la tercera casilla con 18 unidades, el Chelsea quinto con 16
puntos y el Everton sexto con 15. Los siete primeros equipos están separados
únicamente por cinco puntos.
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En
Anfield jugadores de técnica como el brasileño Coutinho en el Liverpool o el
español Ander Herrera en el United eran inmediatamente anulados en una batalla
física al borde de lo reglamentario. Para no provocar un aluvión de
amonestaciones, el árbitro optó por el diálogo con los jugadores.
Dos paradas antológicas
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Casi
hubo que esperar 30 minutos para contar una ocasión clara. El brasileño Roberto
Firmino remató de cabeza desde el área pequeña, pero lo hizo sin fuerza, a las
manos de De Gea.
Por
los visitantes su mejor opción llegó en el 54’, cuando el francés Paul Pogba
pudo por fin culminar un regate y poner un balón en la cabeza del sueco Zlatan
Ibrahimovic, que remató muy desviado.
Los
equipos empezaban a pagar el peaje físico y las defensas comenzaron a abrirse.
De esta forma el alemán Emre Can pudo entrar en el área del United regateando
rivales y sacarse un peligroso disparo, pero De Gea, casi sin tiempo para
reaccionar, logró despejar el balón al minuto 58’.
Otra vez el español tuvo que emplearse al máximo en un misil de Coutinho desde muy lejos al 70’. Voló a la escuadra y rechazó a córner ante la desesperación del internacional brasileño. Fue la parada del partido.
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Con
la afición empujando, el Liverpool encerró en su área al United, que casi no
llegó a la portería rival en la segunda mitad. No le bastó para batir al
arquero de la selección española.