Tres días después de saborear la gloria, tras ganar la Copa de Inglaterra al vencer por 1-0 al Manchester City en la final, los ‘latics' se toparon con la cruda realidad, que se empeñaba en decir que el Wigan no salía de los cuatro últimos puestos de la clasificación desde el pasado 1 de enero.
Una demoledora estadística a la que se añadía otro dato negativo para los de ‘Bob' Martínez, las nueve derrotas encajadas en sus diez últimas visitas al campo de un Arsenal, que necesitaba la victoria para no descolgarse de la lucha por la Liga de Campeones.
Números que, sin embargo, dejaban un pequeña rendija para la esperanza para el Wigan, la única victoria de los "latics" se produjo en su última visita al Emirates Stadium, en abril de 2012, cuando los azules y blancos se impusieron al Arsenal por 1-2 con goles del argentino Franco Di Santo y el español Jordi Gómez.
Un tropiezo que el equipo londinense salió dispuesto a que no volviera a repetirse este martes, como dejó claro el delantero alemán Lukas Podolski, que firmó el 1-0 para el Arsenal a los once minutos, al aprovechar un clamoroso fallo de la defensa del Wigan, que permitió al internacional germano rematar completamente solo dentro del área pequeña.
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Tanto que pareció noquear al Wigan, que pareció desnortado en los siguientes minutos, pero si algo ha caracterizado siempre al equipo de Roberto Martínez es su capacidad para revelarse contra todos los pronósticos y cuando parecía que se encaminaba a un contundente derrota se aferró al partido y a la Liga con un gol de Shaun Maloney.
El centrocampista escocés, el mejor del Wigan en el primer tiempo, forzó en el último minuto de la primera parte una falta, cometida por el español Mikel Arteta, que el propio Maloney se encargó de convertir en el 1-1 con un excepcional lanzamiento de falta.
Empate que pareció convencer definitivamente al Wigan de sus opciones de victoria, como demostró en el arranque del segundo tiempo, en el que los de Roberto Martínez encerraron en su campo a un desconcertado Arsenal.
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Acoso que a punto estuvo de traducirse en el segundo tanto visitante, pero el portero polaco Wojciech Szczesny evitó con una excelente parada a los 48 minutos, que el remate del marfileño Arouna Koné, tras una espectacular pared dentro del área, se convirtiese en el 1-2 para el Wigan.
Un error que no tardarían en pagar los ‘latics', ya que si bien el cancerbero español Joel Robles impidió con una doble parada a remates de su compatriota Santi Cazorla, pusiese de nuevo al Arsenal por delante en el marcador, el encuentro ya había virado definitivamente a favor del club londinense.
Cambio de tendencia que se plasmó a los 63 minutos con el gol del internacional inglés Theo Walcott, que remachó a las redes el 2-1 tras aprovechar un centro medido desde la banda derecha del español Santi Cazorla.
Un tanto que supuso el hundimiento definitivo del Wigan, que en los siguientes ocho minutos, se despidió de sus opciones en el partido y de la "Premier League", en la que ha militado las últimas ocho temporadas, encajó dos nuevos tantos obra del alemán Podolski, a los 68 minutos, y del galés Aaron Ramsey, que firmó el definitivo 4-1 en el 71.
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Goleada que permite al Arsenal recuperar el cuarto puesto de la clasificación, el último que concede plaza en la Liga de Campeones, en detrimento del Tottenham, a falta de una última jornada en la que los del francés Arsene Wenger el campo de un Newcastle sin nada ya en juego.
Por su parte, el Manchester City saldó su primer encuentro tras la destitución del técnico italiano Roberto Mancini con una victoria por 2-0, con goles del argentino Sergio ‘Kun' Agüero (m.40) y del bosnio Edin Dzeko (m.88), sobre el ya descendido Reading, que aseguran la segunda plaza al conjunto dirigido ahora por Brian Kidd.
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