Las autoridades francesas dijeron el domingo que en los próximos días habrá una reunión con directivos de la liga francesa para instrumentar un plan que ponga fin a dicha violencia inadmisible.
El ministro del interior Bernard Cazeneuve y el ministro de juventud y deportes Najat Vallaud-Belkacem dijeron en una declaración conjunta que los responsables comparecerán ante la justicia y serán sancionados, especialmente prohibiéndoseles la entrada a los estadios.
Ningún espectador resultó herido durante el partido del sábado en el estadio Furiani, que terminó empatado 3-3.