Solo han pasado once días desde que la cúpula deportiva del Barcelona anunciara la continuidad de Xavi Hernández hasta junio de 2025 y, prácticamente, a las primeras de cambio, el equipo ha vuelto a dar un paso hacia atrás.
Una victoria sobre el Valencia, pero una derrota dolorosa contra el Girona, de nuevo por 4-2, y esta vez tras caer en picado mentalmente después de dominar el partido y permitir al equipo de Míchel Sánchez rehacerse y darle la vuelta a la situación.
Una cuestión de dinero
La situación es paradigmática, porque perder en Montilivi le ha supuesto al Barcelona quedarse momentáneamente sin la segunda plaza del campeonato, que da acceso a la Supercopa de España, pero sobre todo a un fijo de 6 millones más un bonus según la clasificación final.
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En la última edición, los 'azulgrana' ingresaron 7,3 millones en total, una cantidad que se juega en estos cuatro partidos que restan, en los que necesitan superar en la clasificación al Girona, ahora segundo con un punto más.
Por cierto, la Federación Española de Fútbol también sale perdiendo si no se clasifica para esa competición el Barcelona o el Real Madrid, ya que los 40 millones por edición se restan cinco si cualquiera de esos dos equipos no juega en Arabia Saudita.
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Pero más grave aún para las arcas del club 'azulgrana' fue su eliminación europea en los cuartos de final de la Champions, que le dejó fuera del Mundial de Clubes de 2025, lo cual le hubiera supuesto 50 millones de ingresos más.
En cualquier caso, y en una temporada de transición, en la que juega sus partidos en Montjüic y con la necesidad de regresar lo antes posible al nuevo estadio para empezar a generar de manera notable ingresos, los datos económicos son nefastos en este sentido.
El drama defensivo del Barça...
Los de Xavi Hernández, que cimentaron el título liguero de la pasada temporada, en grandes prestaciones defensivas, están viviendo un inexplicable calvario en la presente que le han hecho acabar con sus opciones en todas las competiciones.
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La muestra son los últimos partidos, en los que el Barça ha encajado cuatro goles contra el PSG -eliminación en la Champions-, tres en el Bernabeu -derrota y adiós a la Liga-, dos en la victoria ante el Valencia y otros cuatro frente al Girona, para perder la segunda plaza.
En total 13 tantos en cuatro partidos. Desde el inicio del curso, el Barça lleva encajados 68 goles en total, en la Liga, con 43, es el noveno que más tantos permite.
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El drama en los partidos grandes
La fiabilidad de los de Xavi en los grandes partidos del curso ha sido escasa. Salvo en las dos victorias ligueras contra el Atlético de Madrid, el ilusionante triunfo en París en la ida de cuartos, la victoria en Oporto en la primera fase de la Champions y el pase a cuartos frente al Nápoles, el Barcelona se ha mostrado muy inconsistente.
Ha perdido los tres partidos disputados contra el Real Madrid, los dos de Liga y el de la Supercopa con goleada incluida; los dos jugados ante el Girona, con ocho goles encajados; y también cayó en San Mamés en la Copa.
La renovación pendiente
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Tras la derrota en Montilivi, se observaron unas imágenes televisivas con una improvisada reunión en el palco del estadio entre el presidente Joan Laporta, el director deportivo, Deco, y Enric Masip, uno de los componentes de la comisión deportiva.
Once días después de refrendar al entrenador, todo apunta a que las miradas se centrarán ahora en la plantilla y en la renovación de la misma.
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El Barça, que presentará como el resto de clubes su plan de tesorería para el próximo ejercicio a la Liga, está pendiente de si se le acepta el mismo y puede volver a fichar y a inscribir jugadores sin restricciones, algo que no puede hacer en la actualidad.
Todas las operaciones están en vía muerta a la espera de que La Liga valide el plan, pero mientras tanto, en los últimos meses, han aparecido diferentes posibilidades para traspasar jugadores, como son los casos de Ronald Araujo, Raphinha o Frenkie de Jong.
La ausencia de un líder
Que el líder del equipo haya sido un 'chaval', de 16 años, durante muchos meses, Lamine Yamal, explica la realidad del Barcelona. Ilkay Gündogan se ha erigido en un 'pepito grillo', especialmente tras las derrotas dolorosas: Real Madrid, PSG; pero en el campo el equipo ha echado en falta la figura de algún jugador que diera un paso al frente.
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