El valor del gol como visitante, tras el empate en la serie, bastó al 'equipo árabe' para ingresar en el grupo 5 de la competición.
Palestino abrió el marcador en el minuto 37 a través de Renato Ramos, pero Nacional igualó cuatro minutos después gracias al tanto en propia puerta de Germán Lanero.
El joven volante Gastón Pereiro, que participó en el empate, sentenció a la remontada a los 44 minutos.
El partido en el estadio Gran Parque Central se jugó a puerta cerrada por una sanción de la Conmebol a propósito de incidentes en la grada acaecidos en marzo de 2014 durante un partido con el Newell's Old Boys argentino.
El equipo chileno mostró personalidad y apostando en todo momento por un fútbol de asociación y ataque aún cuando se esperaba que para cuidar sus intereses replegaría sus líneas.
Tras el gol de Ramos emergió la figura del joven Pereiro para darle la vuelta al resultado.
El canterano viene de ser el máximo goleador de la selección uruguaya sub'20 en el Campeonato Sudamericano que concluyó la pasada semana y su rodaje competitivo se notó física y mentalmente.
El empate llegó después de que Pereiro cabeceara un pelotazo largo y habilitara en la derecha la carrera de Sebastián Fernández, cuyo centró acabó introduciendo en su propio arco el zaguero Germán Lanero.
Todo el protagonismo fue para el joven volante, que anotó a placer después de dejar tirado al meta chileno con un extraordinario amague sin necesidad de tocar la pelota.
La sensación al descanso era que Nacional lograría clasificarse con comodidad en el complemento.
Nada más lejos de la realidad.
Palestino, fiel a su estilo, siguió arriesgando y otorgando profundidad a su juego, pero apenas concedió espacios a sus espaldas, se adueñó por completo del balón y no dio opción al contragolpe local.
Nacional se vio falto de ideas y de ritmo, y sólo los lanzamientos a balón parado del 'Chino' Recoba y un trallazo de Iván Alonso que dio contra el larguero, notificaron la presencia de los albos sobre el césped.
La respuesta chilena de cara al gol llegó en el añadido, con un disparo de Marcos Riquelme dentro del área que incomprensiblemente se escapó fuera y que podría haber maquillado el resultado.
A los 72 minutos el juego se interrumpió debido al gas lacrimógeno que llegaba desde el exterior y que la policía usó para dispersar un grupo de hinchas.