"Mi futuro es claro en mi cabeza, o sigo aquí en el Real Madrid o me paro un año", aseguró Ancelotti, quien mostró mantener la fe en cumplir el año de contrato que aún tiene firmada. "Todavía tengo que esperar. No tengo ninguna comunicación del club, nos vamos a encontrar lunes o martes y ahí el club tomará su decisión", añadió.
Este sábado, antes del partido ante el Getafe, Ancelotti charló con José Ángel Sánchez, director general del club. "Aquí nadie tiene prisa, el club está pensando qué hacer con calma para tomar la decisión justa. Yo estoy esperando porque tampoco tengo prisa".
Y se mostró comprensivo sea cual sea la decisión. "Esto es fútbol y en un club exigente como el Real Madrid esto es normal, ser cuestionado tras una parte de la temporada que no salió bien, lo considero algo normal y es parte de mi trabajo".
"El año pasado ganamos la Décima y este año es otra cosa. No olvido lo que hemos hecho hace un año ni lo que ha pasado este, hay que considerar todo porque sirve para mejorarte. Tenemos que evaluar con calma lo que pasó esta temporada e intentar mejorar para la próxima".
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En su análisis señaló como clave los errores cometidos en el inicio de 2015 y las importantes lesiones en su equipo titular. "Tuvimos bajas en enero y febrero de jugadores importantes como Ramos, Modric y James, perdimos puntos contra Villarreal en casa y en Bilbao. Es un análisis claro de lo que pasó".
Hasta el último momento Ancelotti defendió la figura de Iker Casillas, silbado este sábado cuando encajó los goles y ovacionado por la mayoría de la afición madridista al final del encuentro.
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"La afición comprendió al final lo importante que es Iker en este club, todo lo que ha hecho por él y el cariño que le tiene. Mejor que lo entiendan tarde que nunca", manifestó.
Ancelotti lamentó acabar la temporada en la grada por sanción, en el que se perfila como su último partido como técnico madridista. "No me gustó estar en la grada, me habría gustado estar en el banquillo. La afición mostró cariño y el equipo jugó con seriedad, no era fácil. Terminamos la temporada con 92 puntos que no son pocos, pero no suficientes para ganarla".
El técnico italiano se despidió de sus jugadores, que ya están de vacaciones a la espera de los que acudan a su selección a disputar partidos internacionales. "Hablé con los jugadores porque era el último partido. Les agradecí por el esfuerzo que hicieron en la temporada, por lo bueno y malo que hemos pasado".
Se despidió dejando clara su postura y el deseo de seguir. "Deseo quedarme pero si el club me dice que no puedo seguir no estaré contento, son cosas que pasan en mi trabajo en el fútbol y no es la primera vez. Me pasó en Juventus, Chelsea o en PSG que pedí salir. No va a ser la última vez porque tengo las ganas de entrenar, me podrán despedir otra vez y no pasa nada porque sigo teniendo confianza en mi trabajo. Me gusta entrenar".
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