El pasado 17 de agosto, a primera hora de la mañana, la policía detectó que el automóvil de gran cilindrada de Santos circulaba a esa velocidad mientras sorteaba el tráfico de una autopista a las afueras de Londres con un límite de velocidad de 110 kilómetros por hora.
A pesar de que la policía inició una persecución, Santos, de 29 años, no se detuvo, sino que desvió su ruta hacia otra vía, a las afueras de Londres, y continuó su marcha con exceso de velocidad.
A 400 metros de la ciudad deportiva del Arsenal, cuando la policía detuvo finalmente el Maserati Gran Turismo que conducía el brasileño, valorado en unos 140.000 euros, el defensa se excusó alegando que llegaba tarde al entrenamiento y que la música que escuchaba en el coche le había impedido oír las sirenas.
"La música estaba muy alta y yo no estaba prestando atención. Pido disculpas a la policía por los problemas que he causado", señaló tras el incidente, en un comunicado, el internacional brasileño, que ha vestido la camiseta de la ‘canarinha' en 17 ocasiones.
Publicidad
Un tribunal de Hendon, al noroeste de Londres, retiró hoy el carné de conducir al futbolista y le obligó a pagar una sanción, así como las costas del juicio.
Santos fichó por el conjunto de Arsène Wenger en agosto de 2011 por 5,5 millones de libras (siete millones de euros) procedente del Fenerbahce turco y desde entonces ha disputado 23 encuentros y ha marcado tres goles.
Publicidad