Mosquera, de 28 años de edad, es uno de los zagueros más reconocidos de la liga de México y desde que debutó en el circuito, con Pachuca en julio del año 2005, trata de mantenerse cerca de las costumbres de su país; antes solía viajar a la capital a comprar bandeja paisa, un plato típico de su nación, que tiene al alcance de la mano ahora porque su club radica en la Ciudad de México.
"Ahora estoy muy contento en ese sentido porque mi suegra me cocina", dijo el jugador, con siete partidos jugados en la eliminatoria mundialista de Sudamérica para el Mundial.
El regreso de Mosquera se dará el próximo domingo en el partido más esperado de la quinta jornada del torneo Bicentenario en el que las Águilas recibirán al Cruz Azul, uno de sus rivales más enconados y que tiene al mejor delantero del pasado campeonato, el argentino Emanuel Villa con quien el colombiano tuvo un choque el año pasado.
"Tengo que lidiar con todos los delanteros y no tengo una rivalidad especial con ninguno; a veces los tiro yo y otras me tiran a mí", comentó al referirse a un posible duelo personal en el encuentro programado para el estadio Azteca.
Mosquera dijo estar complacido por regresar al juego y aseguró estar preparado para tratar de poner orden en la defensa, la función para la que lo trajeron al América."Siempre me entrego y trato de que las cosas salgan bien, quiero ayudar a que no nos hagan goles", agregó.
Después de dar un espaldarazo al técnico Jesús Ramírez, de quien dijo es el más indicado para dirigir al América, el colombiano reconoció que el equipo sufre en la cancha por la ausencia del paraguayo Salvador Cabañas, quien sufrió un balazo en la cabeza el 25 de enero, pero la mentalidad es trabajar bien con quienes están.
"Salvador es nuestro goleador, hay jugadores de calidad en la delantera, sólo les falta mentalizarse; ahora nos toca jugar bien con lo que tenemos", concluyó el futbolista originario de Apartadó, en el departamento colombiano de Antioquia.