"Niego completamente cualquier cargo. No entiendo de dónde sale eso", dijo Wenger en rueda de prensa, en la que volvió a lamentar, no obstante, "que el árbitro tomara la decisión de expulsar a Robin van Persie, porque fue una decisión errónea", en la segunda parte de un encuentro que decidió la eliminación de los "Gunners" de la Liga de Campeones.
Así respondió hoy el responsable del banquillo del Emirates a la noticia divulgada ayer sobre el expediente disciplinario que la UEFA habría decidido abrir a él y al centrocampista del equipo, Samir Nasri, por "conducta inapropiada".
Según anunció ayer miércoles el máximo organismo del fútbol europeo en un comunicado, el próximo martes 17 de marzo sus casos serán tratados por el Comité de Control y Disciplina de la UEFA.
El delantero holandés sufrió una controvertida expulsión al ver su segunda cartulina amarilla en el minuto 55, incidente al que su entrenador, Wenger , reaccionó furioso y dirigiéndose al colegiado suizo al final del encuentro utilizando, presuntamente, un "lenguaje inapropiado".
Van Persie tuvo que abandonar el campo sólo tres minutos después de que el azulgrana Sergio Busquets le diera el empate al Arsenal (1-1) con un autogol.
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En su comparecencia de prensa de hoy, previa a la jornada de Copa de este fin de semana, el técnico galo dijo que es una pena que la vuelta de los octavos entre el Barcelona y el Arsenal se recuerde dentro de un tiempo por la expulsión de Van Persie, que en su opinión "destrozó" el partido. Por el contrario, "la ida fue un fantástico espectáculo para el fútbol", dijo.
La del Camp Nou es la segunda cita consecutiva en la que Wenger genera un amplio debate por sus comentarios hacia el árbitro, pues éste protagonizó ya un importante capítulo el sábado pasado tras su enfrentamiento con el Sunderland en la vigésimo novena jornada de la Premier League, que terminó con un empate sin goles.
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El entrenador del Arsenal criticó a Anthony Taylor, quien pitó aquel envite en el Emirates, y a sus asistentes durante el partido, donde los colegiados anularon un gol del ruso Andrey Arshavin y después le negó un penalti pese al empujón recibido de Titus Bramble.
Para el francés, las sanciones no son nada nuevo, pues esta misma temporada fue castigado con una multa de 8.000 libras (9.300 euros) y un partido fuera del campo por la Federación inglesa de Fútbol (FA) tras dar unos golpecitos en la espalda al árbitro Martin Atkinson de manera sarcástica por sus decisiones durante el encuentro y criticar al mismo posteriormente ante la prensa.
Sin embargo, en esta última ocasión, él considera que no hay nada a lo que responder, ya que descarta haber recibido ningún tipo de cargo por parte de la UEFA.
"Un poco de humildad haría a la UEFA algo mejor, disculparse por lo ocurrido sería buena opción, más que sancionar a la gente que no ha hecho nada malo", expresó.
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"Esta decisión nos frustró a nosotros y a todo el mundo que ama el fútbol", explicó el técnico, que evitó repetir las palabras dedicadas al árbitro Busacca: "me las guardaré para la UEFA si quieren saberlo porque tengo algunos interesantes comentarios que hacer sobre algunas personas que supuestamente nunca dijeron lo que en realidad pronunciaron".
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