El hecho ocurrió en el sur de la capital ecuatoriana, cuando Gordón salía de una empresa comercial en compañía de sus tres hijos menores de edad.
El padre de la fallecida, Ramiro Gordón, indicó a la prensa que presenció el hecho y que los desconocidos que dispararon a su hija aseguraron que "con el Aucas nadie se mete", y añadió que le advirtieron que el siguiente podría ser él.
En declaraciones a la emisora de radio 'La Deportiva', Gordón expresó que su hija recibió los dos disparos delante de sus nietos.
Galo Barreto, gerente de la Asociación de Fútbol No Aficionado de Pichincha (AFNA), indicó que la fallecida no tenía enemigos, que resultaba difícil hacerse enemigo de ella, que tenía un gran amor por el Aucas.
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La Policía adelanta ya investigaciones sobre el caso.