El Athletic de Bilbao triunfó 2-3 gracias al acierto goleador de Fernando Llorente, quién con un triplete acabó con las ganas del conjunto madrileño, que anotó en la primera mitad por medio de Michu y Arribas.
El Estadio de Vallecas rozó el lleno por primera vez en lo que va de temporada y ofreció un ambiente de gala para recibir a su equipo, que llegó a este encuentro con las urgencias que da estar demasiado cerca de los puestos de descenso, y a un Athletic obligado a ganar para no perder el 'tren' de los puestos europeos.
El conjunto madrileño, espoleado por su afición, salió como una tromba con Tamudo como hombre más adelantado buscando constantemente el balón. A los 10 minutos el Rayo encontró recompensa a tanto ímpetu y logró ponerse por delante gracias a un tanto de Michu, quién remachó en el área pequeña un córner botado por Trashorras y peinado por Tamudo a la altura del punto de penalti.
El Athletic esperó a que fueran pasando los primeros minutos para empezar a desplegar su fútbol de toque, y seis minutos después, en una falta sacada por Iñigo Pérez, Fernando Llorente logró la igualada con un remate de cabeza dentro del área.
Con empate en el marcador, los visitantes dieron muestras de hacerse dueños del partido, manteniendo la posesión del balón, y consiguieron dar la vuelta al resultado por medio de Llorente, que recibió un balón largo entre dos centrales, se revolvió en la frontal, y a la media vuelta cruzó el esférico ante la salida de Dani.
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La alegría le duro poco a los 'leones', que vieron como apenas cinco minutos después el Rayo empataba con un tanto del central Arribas, quién se incorporó al ataque y en boca de gol empujó el balón a la red tras un centro raso desde la derecha del también defensor Mikel Labaka.
Para entonces el Rayo se había quedado sin su delantero centro, Raúl Tamudo, quién tuvo que ser sustituido por el canterano Rayco García, quién desde su entrada al campo puso en muchos apuros a la defensa visitante con su velocidad y desborde.
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En los últimos compases de la primera mitad cambiaron las tornas y fue el Rayo el que llevó la iniciativa ofensiva, pudiendo marcar en tres disparos lejanos consecutivos de Tito, Movilla y Michu.
Tras la reanudación las fuerzas entre ambos equipos se igualaron, y ninguno de los dos conjuntos creó excesivo peligro en el área de su rival. El Rayo se limitó a contener el balón en la medular dejando toda su iniciativa a las ideas de Trashorras, mientras que el Athletic se encomendó a la rapidez de Llorente y al desequilibrio de Muniain para basar su juego en contragolpes.
A los 67 minutos el Athletic volvió a ponerse por delante gracias al olfato goleador de Fernando Llorente, quién remató de cabeza en el corazón del área un balón servido desde la derecha por Toquero.
Acto seguido, el ariete navarro a punto estuvo de marcar el cuarto en otro remate de cabeza que se estrelló en el travesaño. Esa sería la última acción de peligro del conjunto visitante hasta el final, que apostó por retener el esférico en el centro del campo con la salida de Ander Herrera para frenar las acometidas de los locales, que jugaron los últimos minutos volcados sobre el área rival.
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Espanyol celebró por 1-0
El representativo de la ciudad de Barcelona se adelantó al Mallorca con un gol de Weiss (1-0) tras un despiste monumental de Aouate y, justo en la reanudación, se encontró con una expulsión muy dudosa al meta israelí por una falta sobre Rui Fonte, un mazazo que obligó al bloque balear a esperar atrás sin éxito.
Los catalanes siguen ahora en los puestos europeos de la clasificación y pasan página de la eliminación copera ante el Mirandés, de Segunda B, el pasado martes.
El cuadro mallorquín, que corrió la misma suerte en el torneo del KO, dejó Barcelona con un pobre balance de un punto sumado en las últimas cuatro jornadas de Liga.
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Empezaron atacando los ‘pericos'. Rui Fonte la tuvo al cuarto de hora de partido. El portugués controló en la frontal un pase en profundidad de Romaric, aunque falló en la definición solo ante Aouate. El Mallorca tenía dificultades para llegar y se limitaba a tiros lejanos que no inquietaban a Casilla.
Cuatro minutos después, Weiss tuvo más fortuna que el luso. El eslovaco, muy bien buscado por Verdú desde la segunda línea, se internó en el área y cayó al suelo tras un choque con Cáceres. Mientras protestaba la acción, Aouate se desentendió del balón y el extremo aprovechó la confusión para marcar el primero.
El tanto aceleró el juego blanquiazul, pero se enfrió rápidamente. El Mallorca, por su parte, no desmontó su esquemas al verse abajo. El conjunto balear basó la mayor parte de sus argumentos en centros desde las bandas, de Cendrós y del 'Chori' Castro los más incisivos, pero no conectaba con Víctor Casadesús.
De todos modos, la presión del conjunto bermellón logró meter al Espanyol en su área en el tramo final del primer tiempo. Los de Mauricio Pochettino no encontraban una salida de balón clara pero tampoco Luci Martín, en el banquillo del Mallorca por la sanción de Caparrós, tenía la fórmula para romper la zaga de forma definitiva.
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Todo el guión cambió radicalmente en la reanudación con una roja muy dudosa de Aouate a Rui Fonte a los 30 segundos de la segunda parte. El meta israelí era el último jugador y frenó la carrera del luso. Los futbolistas del Mallorca protestaron la acción, pero el colegiado interpretó que sí tocó al delantero y no al balón.
Weiss fue el encargado de cobrar la falta desde el borde del área y estuvo a punto de sorprender al portero Calatayud al superar la barrera y estrellar el tiro en el poste.
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El conjunto balear no tenía más cambios y, con uno menos, el escenario era complejo, pero el Espanyol tampoco aprovechó la ocasión para finiquitar el partido.
El Mallorca, de hecho, empezó mandando en Cornellá-El Prat en esta segunda mitad. Ogunjimi, en el 63, se plantó por potencia delante de Kiko Casilla, culminando una carrera por la izquierda del 'Chori' Castro. El meta blanquiazul fue ovacionado pero el bloque visitante se crecía por momentos.
A medida que pasaban los minutos, la fatiga crecía y entonces era el Mallorca el que esperaba a la contra. El partido se volvió demasiado tosco, pero los dos conjuntos tuvieron ocasiones, de Javi López para los catalanes y del 'Chori' Castro para los baleares, para dar un vuelco al marcador, ambas frustradas por los arqueros.