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Atlético venció 3-1 al Málaga y marca el paso en la pelea por el liderato

Los colchoneros llegaron a 26 puntos y le meten presión a los otros escoltas y al propio líder Real Madrid. El rojiblanco fue un derroche de practicidad.

El Atlético de Madrid reaccionó en su estadio con una victoria práctica contra el Málaga, al que controló durante un encuentro que siempre transcurrió al ritmo que propuso el conjunto rojiblanco, rearmado de nuevo en las alturas de la tabla con goles de Tiago Mendes, Antoine Griezmann y Diego Godín.

Sólo hubo duda de su triunfo durante algunos instantes, con el 2-1 del paraguayo Roque Santa Cruz. El ariete acertó en la única oportunidad clara del duelo del Málaga, que se marchó sin puntos ni la mejor racha de su historia del Vicente Calderón, donde el equipo local encadena ya 26 choques consecutivos de Liga sin derrota.

El Atlético encarriló la victoria desde la estrategia. Es una fuente inagotable de puntos para el conjunto rojiblanco, que ha sumado a balón parado 15 de sus 33 goles en todas las competiciones de este curso, un recurso esencial en el equipo madrileño e indescifrable para cada uno de los rivales con los que se enfrenta.

Porque la jugada, un córner al primer palo con el 'guante' que tiene Koke en su pie derecho y rematado con la cabeza por el portugués Tiago, ya la ha practicado el Atlético con éxito esta misma temporada, con el mismo acierto que demostró cuando el partido superaba la docena de minutos entre la presión de ambos conjuntos.

El origen del córner y del gol había sido una acción colectiva que pasó con rapidez y combinaciones por las botas del francés Antoine Griezmann, Tiago y Juanfran Torres, que dejó pasar el turco Arda Turan y que conectó con Koke para el disparo final contra el brazo de un adversario para terminar en el saque de esquina.

Un momento de fútbol preciso, veloz y remate del equipo rojiblanco, en el que el argentino Diego Simeone asoció hoy en una línea de tres al turco Arda Turan, Koke y el francés Antoine Griezmann por detrás del croata Mario Mandzukic, y una jugada que desbordó por primera vez la táctica y la intensidad del Málaga.

Como también ocurrió, después de media hora en la que pasó el tiempo como si nada -con la paciencia con la pelota del Atlético y ningún amago del equipo andaluz por la portería contraria-, en el 2-0 del equipo rojiblanco en el minuto 42, iniciado con una maniobra estupenda en la derecha de Mandzukic, continuado por Arda con una incursión por ese flanco y culminado por el otro lado por Griezmann.

Un gol, el cuarto del internacional francés en sus cuatro partidos más recientes como titular, para afianzar en el marcador el dominio del Atlético en todas las líneas y en todos los duelos individuales en el primer tiempo y para dar paso al segundo periodo, con más exigencia para un Málaga excesivamente tímido hasta el intermedio.

Sin las arrancadas del explosivo Nordin Amrabat, baja en el Vicente Calderón, ni esa posibilidad de desplazamiento en carrera vertiginoso que le aportan las cualidades del atacante holandés, y con el Atlético más a la expectativa y atrás, el Málaga necesitó más elaboración en medio campo para aproximarse al área contraria.

Pero, eso sí, sin transformación en ocasiones sobre la meta de Miguel Ángel Moyá. Se interpuso Tiago unas cuantas veces en los intentos lejos de su adversario y sólo una carambola en un saque de esquina o un penalti reclamado por Samu Castillejo, con el balón en otro lado, generaron una mínima agitación en el terreno rojiblanco.

La sensación era la misma que en la primera parte, con el partido en los parámetros que quería el Atlético, con más ritmo o con menos, con más profundidad, más replegado o con más intención ofensiva, como en dos ocasiones del mexicano Raúl Jiménez, que suplió al lesionado Mandzukic en el 57 y con minutos en el campo después de seis encuentros seguidos sin participación en el terreno de juego.

Todo se movía bajo el control del equipo rojiblanco hasta que, de pronto, marcó el Málaga. No había llegado casi en todo el partido hasta que un buen centro desde la banda izquierda de Samu Castillejo lo transformó en gol el paraguayo Roque Santa Cruz. Tuvo mérito su remate, nada fácil, con poco ángulo, para poner en discusión los tres puntos (2-1, m. 63) en la última media hora del enfrentamiento.

Once minutos y un par de inquietantes acercamientos del Málaga después, la expulsión por doble amarilla de Samuel detuvo la reacción del equipo blanquiazul, vivo en el encuentro porque Griezmann perdonó dos goles más, pero sólo hasta que el uruguayo Diego Godín completó con el 3-1 una victoria práctica del Atlético, cerrada con ambos equipos con diez por la segunda tarjeta a Gabi.

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