Hace algunos días, cuando se inició la Copa América en Chile, vivimos con cierta desilusión la puesta en marcha del grupo A debido al bajo nivel que mostraron las selecciones emparejadas en esta zona, particularmente Bolivia y México que habían jugado un partido para el olvido.
Para la segunda salida se esperaba muy poco de estos conjuntos. La lógica indicaba que los bolivianos fueran superados por Ecuador y que los mexicanos representaran un objetivo fácil de vulnerar por los chilenos, que le suman el apoyo de su gente a un fútbol vertical y ofensivo.
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Pero el fútbol no entiende de lógicas y animarse a predecir lo que va pasar es arriesgarse a quedar en ridículo. En el primer partido del día Ecuador vivió un infierno. Al final de los primeros 45 minutos perdía 3-0 y su reacción en la segunda mitad solo sirvió para adornar el marcador con un insuficiente 3-2. Los dirigidos por Gustavo Quinteros quedaron al borde del abismo, fortaleciendo la idea de que la Copa América no es un torneo que les venga muy bien a los ecuatorianos.
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Para cerrar la jornada, el conjunto local saltó al terreno de juego para medir fuerza con los ‘manitos’. El cotejo fue rápido, frenético y lleno de goles, algo a lo que nos tiene acostumbrados el onceno dirigido por Jorge Sampaoli. Chile ataca de maravilla gracias al talento que tiene de media cancha para delante, pero atrás, su línea defensiva deja mucho que desear, conceder tres goles a un México “B” (casi C), no es una buena señal para un combinado que aspira a ser protagonista en sus tierras.
Por fortuna para los fanáticos del balompié, parece que las emociones van creciendo con el paso de los días, o al menos, así lo demuestran las cifras: 12 goles se marcaron en seis partidos de la primera fecha, mientras que en el inicio de la segunda, tan solo los dos partidos del grupo A ya nos dejaron 11 gritos.
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Finalmente, así continua un torneo en el que sigue sin aparecer un equipo que demuestre clara supremacía. A Chile, debido a su condición de local y las grandes figuras que integran su plantel, esperábamos poder contarlo como claro aspirante, pero la verdad es que el partido con México reforzó la desconfianza que había generado en el debut contra Ecuador. Pero bueno, que continúe el juego y que sigan apareciendo sorpresas, dudas o certezas que demuestren porqué el fútbol suramericano es el más parejo y difícil en el mundo, aquí, como ya se dijo antes, ninguno va ganar de camiseta o historia.