Alcanzaba el liderato provisional el Valencia y debía responder el Barcelona en Vallecas. Lo hizo tras un inicio de partido brillante del Rayo. Valiente como desea su técnico Paco Jémez que asumió los riesgos que conlleva adelantar la línea defensiva ante jugadores tan rápidos.
Una gran parada del chileno Claudio Bravo, que batió un récord con su séptimo partido consecutivo de Liga sin encajar un gol, superando los 560 minutos imbatido de Pedro María Artola, impulsó a los de Luis Enrique.
La diferencia de calidad acabó imponiéndose y primero el argentino Lionel Messi y un minuto después el brasileño Neymar, dejaron todo sentenciado antes del descanso.
Entre tanto, la ilusión se instala en Mestalla con una afición que entierra penas recientes y comienza a creer que su equipo es alternativa a los grandes de la Liga. El buen inicio del Valencia del portugués Nuno necesitaba un triunfo como el protagonizado ante el Atlético de Madrid para dar el salto de calidad.
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Sacó a la luz la peor de las caras del Atlético de Simeone, desconocido y superado en un arranque de partido donde todo se le puso en contra desde que el brasileño Miranda mandó dentro de su propia portería un centro del rival en un malentendido con Moyá, que salía para atajar con facilidad el esférico.
En un minuto dobló la rodilla el campeón, porque sin tiempo para asimilar el golpe llegó una acción brillante del portugués André Gomes, que tras marcharse de los defensas que le salieron al paso, con poco ángulo superó por bajo a Moyá por el palo del portero. El argentino Otamendi firmaba el tercero en plena locura castigando al Atlético con su propia medicina, en una acción a balón parado con un testarazo potente en un saque de esquina.
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El orgullo invitó a la lucha al Atlético, que recortó distancias con un tanto de Mario Mandzukic, que aún se pregunta por qué siendo el lanzador de penaltis Siquieira le arrebató el balón y lo falló en una acción al borde del descanso que pudo cambiar el resultado final. Diego Álves, auténtico especialista en detener penaltis, paró el número de 16 de 35 que le han chutado en España.
Con un empate a uno entre Getafe y Córdoba que no sirve a ninguno de los dos y dejó un duelo repleto de goles Levantó dos tantos en contra el Eibar ante el Levante, con uno de los goles de la Liga marcado por Saúl Berjón que enganchó sin dejar caer el balón en una acción de estrategia, con un derechazo a la escuadra.
No fue menos vistoso el de Víctor Casadesus que parecía dar el triunfo al conjunto valenciano hasta que la emoción acompañó hasta el último segundo, cuando el italiano Piovaccari puso la igualada en el tiempo añadido en una acción en la que controló con la derecha y chutó con la zurda en una décima de segundo (3-3).
El tanto más rápido de la Liga actual llegó en 40 segundos en la Rosaleda. Lo firmó El Arabi para un Granada que acabó cediendo al empuje de un Málaga que salta a la novena plaza de la clasificación con una remontada gracias al tanto de Roque Santa Cruz y el penalti materializado por Antunes (2-1) cuando su equipo ya jugaba en inferioridad numérica por la expulsión del argentino Marcos Angeleri.
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Por último, la UD Almería sacó un punto con mucho trabajo ante un Elche que sale del descenso pese a ver como el triunfo se le escapaba a seis minutos del final con un testarazo del israelí Tommer Hemed. Siempre a remolque José Verza empató primero de penalti y asistió para la igualada final (2-2).