El brasileño llegó a primera hora de la mañana a Barcelona y se ha instalado en su nueva residencia ubicada en la parte alta de la ciudad, a escasa distancia del Camp Nou.
El domicilio ha sido preparado por la madre del futbolista, Nadine, y por su hermana, Rafaella.
Neymar se someterá a una serie de pruebas médicas y por la tarde tomará contacto con el resto de compañeros en el primer entrenamiento a las 19:00 horas, una sesión que estará abierta a los medios los primeros quince minutos.
También están convocados los internacionales españoles: Víctor Valdés, Piqué, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro y Cesc Fàbregas.
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Este último es el máximo protagonista de la actualidad azulgrana en la prensa británica, después de que el 'Sunday Express' se ha hecho eco de una presunta "reunión secreta" del representante de Cesc Fábregas, Darren Dein, con la cúpula del United.
El interés del nuevo técnico del MUFC, David Moyes, por Cesc se ha reflejado en un par de ofertas realizadas al Barça por su centrocampista, la última de unos 40 millones de euros.
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El cuadro catalán ha enviado una carta al United para informar de que ha declarado intransferible a su jugador, un concepto utilizado por el nuevo entrenador, 'Tata' Martino y también por el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu.
Sin embargo, la información publicada en Inglaterra asegura que Dein habría comunicado al director ejecutivo del United, Ed Woodward, sobre el deseo del jugador de regresar a la Premier, donde tiene mucho más prestigio que en España.
Según la misma información, Moyes habría garantizado a Cesc Fàbregas la titularidad absoluta, así como el doble de lo que cobra en el Barcelona.
El centrocampista está convocado con el resto del equipo y se espera que pudiera realizar alguna declaración pública, después de que no se haya pronunciado al respecto durante todo el periodo estival.
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Mientras tanto, el equipo de 'Tata' Martino se entrenará este lunes y el próximo martes viajará a Gdansk para medirse al Lechia en el tercer amistoso de la temporada, un partido en el que tampoco participarán los internacionales recién incorporados.