Los seguidores del 'Frente Radical Verdiblanco', del Cali, y del 'Barón Rojo', del América, derribaron las mallas, ingresaron a la cancha y se enfrentaron en una batalla campal durante el clásico regional disputado este miércoles en cumplimiento de la Copa Colombia, liga paralela al Torneo Apertura.
Los enfrentamientos dejaron a un menor de 16 años grave tras recibir una puñalada en el tórax.
El anuncio que impide el ingreso de los fanáticos que militan en estas barras organizadas fue hecho por Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali.
Añadió Ospina que su administración estudia también la posibilidad de establecer un empadronamiento de los aficionados de los dos equipos.
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En la 'batalla campal' registrada en las tribunas y la misma cancha del estadio decenas de integrantes de esas barras bravas emplearon cuchillos y garrotes.
Los futbolistas tuvieron que buscar refugio en sus camerinos.
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Asimismo, advirtió Ospina que en caso de reincidir en disturbios, será prohibida, de manera definitiva, su ingreso al escenario deportivo.
En forma simultánea a los enfrentamientos, que ocuparon a la policía, otros ultras destruyeron baños del estadio.
"A las tribunas norte y sur sólo podrán ingresar mujeres, adultos mayores de 50 años y niños", precisó el alcalde.
Añadió que, "muy a pesar de los acuerdos que se hacen con ellos se cometen nuevamente actos vandálicos e ilícitos".
Los disturbios se iniciaron cuando un seguidor del Deportivo Cali intentó hacerse con una bandera del América, lo que provocó la ira de decenas de seguidores del 'Barón Rojo'.
El comandante de la Policía de Cali, general Gustavo Adolfo Ricaurte, presentó al inductor de los disturbios, un joven de 21 años, identificado como Edison Enrique Cardona.
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El alto oficial señaló que el aficionado, con antecedentes similares, "había hecho promesas de buen comportamiento en el estadio" y agregó que "al haber incumplido está arrepentido".