El incidente tuvo lugar en la glorieta de Atocha cuando Benzema hizo un giro prohibido a una velocidad superior a la permitida y fue interceptado por agentes del distrito Centro de la Policía Local.
Los agentes comprobaron que el futbolista no llevaba carné de conducir, de modo que procedieron a sancionarle por la maniobra indebida y le imputaron un delito contra la seguridad vial.
Benzema enseñó a los agentes una petición para renovar el carné de conducir comunitario, pero los agentes le explicaron que ese documento no es válido.
Su vehículo no fue inmovilizado porque un conocido suyo se hizo cargo del mismo. El jugador del Real Madrid tiene cinco días para presentar el carné y, de no hacerlo, se enfrentará a un juicio rápido.
No es la primera vez que el jugador francés es sorprendido en circunstancias similares. De hecho, ya fue condenado en marzo de 2013 por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Pozuelo de Alarcón tras la celebración de un juicio rápido por exceso de velocidad.
Benzema fue condenado a una pena de ocho meses de multa, a razón de 150 euros diarios (18.000 euros) y a la retirada del permiso de conducir en aplicación del Código Penal, que sanciona expresamente la conducción a más de 80 kilómetros por hora del límite permitido.
En esa ocasión el jugador del Real Madrid había sido detectado por un radar móvil circulando con exceso de velocidad por la M-40, lo que dio lugar al juicio rápido.
En junio de 2015, Benzema fue sorprendido en las inmediaciones del aeropuerto de Madrid circulando a una velocidad indebida y sin ‘pase'. Entonces se le imputó un delito contra la seguridad vial por no poder acreditar que estaba habilitado para conducir.