River estaba dispuesto a expresar su desahogo del tramo más triste de su historia, un año de pesadilla en la segunda categoría, en un partido que dominó desde el comienzo y que ganaba por 2-0 hasta los 75 minutos.
A Boca se le caía el mundo encima después de cuatro jornadas sin victorias (dos empates y dos derrotas), pero no reaccionaba hasta que en el último tramo del encuentro, con una multitud de pie impulsada por la emoción, descontó y consiguió el empate más importante del año.
Un Boca Juniors en caída libre no parecía capaz de recuperar su poder de fuego, mojado con 14 goles anotados en 12 jornadas, y de fortalecer su defensa con igual cantidad de encajados. También necesitaba volver a tomar el aliento perdido para provocar una alegría en sus hinchas. Pero lo logró finalmente.
El partido tuvo un comienzo de alto voltaje. A los dos minutos Leo Ponzio abrió el marcador para el River con remate de falta y antes del primer cuarto de hora de juego los riverplatenses sufrieron dos bajas por lesiones.
El defensa Ramiro Funes Mori y el medio Martín Aguirre tuvieron que abandonar el campo y fueron sustituidos por Leandro González Pirez y Ariel Rojas, todos debutantes en el clásico.
Ponzio asumió el papel de capataz del River, hizo suya la zona media como eje de una eficaz recuperación de la pelota, e impulsó hacia adelante a su equipo frente a un Boca limitado en la primera parte, impreciso para crear y con los puntas Silva y Viatri aislados del resto de su formación.
La primera llegada boquense al área del equipo local fue tibia y se produjo a los 39 minutos, porque el juego se desarrollaba casi de manera permanente en el sector opuesto del campo, donde el uruguayo Mora y el francés Trezeguet exigían a fondo, aunque de manera desmañada, a los zagueros del equipo que dirige Julio Falcioni.
En la segunda parte Boca Juniors salió dispuesto a pasar por arriba a su rival, pero con un estilo poco fino, desordenado, que River no tardó en controlar.
Una profunda jugada colectiva del conjunto local terminó a los 70 minutos con una exitosa asociación uruguaya. Carlos Sánchez asistió a Mora que, tras eludir al portero Agustín Orión, marcó el segundo tanto de River Plate.
Pero a los 75, de penalti, el también uruguayo Santiago Silva puso el resultado en 2-1, y dejó vivo el partido para que la expectación creciera en el cuarto de hora final. El gol de Erviti a los 91, marcado sobre la salida del portero Barovero, hizo estallar al público situado en la tribuna visitante y confundió en un abrazo a todo el equipo auriazul.
Ficha técnica:
2. River Plate: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Germán Pezzella, Jonathan Bottinelli, Ramiro Funes Mori (m.4, Leandro González Pirez) ; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Ezequiel Cirigliano, Martín Aguirre (m.14, Ariel Rojas); Rodrigo Mora (m.87, Rogelio Funes Mori) y David Trezeguet. Entrenador: Matías Almeyda.
2. Boca Juniors: Agustín Orión; Emiliano Albín, Rolando Schiavi, Guillermo Burdisso, Clemente Rodríguez (m.46, Lautaro Acosta); Cristian Chávez (m.79, Leandro Paredes), Leandro Somoza, Walter Erviti, Juan Sánchez Miño (m.67, Nicolás Colazo); Lucas Viatri y Santiago Silva. Entrenador: Julio César Falcioni.
Goles: 1-0, m.2: Ponzio. 2-0, m.70: Mora. 2-1, m.75: Silva. 2-2, m.91: Erviti.
Árbitro: Pablo Lunati. Amonestados: Sánchez Miño, Silva, Viatri, Rojas, Burdisso, Acosta, Mercado, Somoza y González Pirez.
Incidencias: Partido de la duodécima jornada de la Liga argentina de Primera División disputado en el estadio Antonio Liberti, 'Monumental', ante unos 64.000 espectadores.