"Alguien de la familia del Bayern tiene grandes problemas, ahora queremos abrirle una luz de esperanza", dijo el presidente del club bávaro, Uli Hoeness, para explicar la participación de la entidad en el programa de reinserción.
Breno también compareció ante la prensa, con lágrimas en los ojos, en la ciudad deportiva de su antiguo club que lo trajo a Europa hace cinco años y medio, por 12 millones de euros, considerándolo una gran promesa.
"Gracias, estoy un poco nervioso y en cierta medida ahora soy otra persona", dijo Breno.
El régimen abierto le fue concedido a Breno como medida de reinserción por buen comportamiento en la cárcel.
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Breno, de 23 años, asegura que tiene el sueño de volver a jugar fútbol como profesional. De momento, será ayudante del entrenador en la cantera del Bayern y podrá entrenar con los canteranos.
El jefe de la cantera, Wolfgang Dremmler, será el tutor de Breno durante la medida de reinserción. Dremmler recogerá a Breno en la cárcel todos los días a las 8:30 de la mañana y lo llevará de vuelta, de momento, a las 13:30.
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Si las cosas salen bien, Dremmler tiene la esperanza de que pronto Breno sólo tenga que ir a dormir a la cárcel.
"El tiene que limpiarse la cabeza de toda la mitología de la cárcel", dijo Dremmler.
Hoeness dijo que según las informaciones de la prisión Breno había sido un preso ejemplar por "con seguridad también se comportará de manera impecable entre nosotros".
"Así es el Bayern. Los que vivimos del lado amable de la vida tenemos que ayudar a los que están en apuros", dijo Hoeness.
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