En una entrevista publicada este martes por "Les Echos", el nuevo presidente del organismo de control del fútbol profesional francés señaló que es un resultado "sin sorpresas" porque aunque haya habido "un esfuerzo de control de la masa salarial" (954 millones de euros, tras los 959 millones la temporada anterior), el contexto ha sido de disminución de los ingresos.
Mickeler destacó como elementos positivos el incremento de los capitales propios y las cuentas corrientes de los equipos en unos 100 millones de euros y el hecho de que de los 20 equipos de la primera división sólo cuatro hayan sido objeto de medidas de ajuste.
A ese respecto, recordó que habían sido tres un año antes pero siete al iniciarse la temporada 2012-2013.
Igualmente constató que hay "un profesionalismo creciente" en la gestión de los clubes que "presentan presupuestos mejor controlados con pocas diferencias entre las previsiones y lo efectivamente realizado.
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Mickeler admitió que "la situación sigue siendo complicada" pese a que los derechos de televisión van a aumentar a partir de 2016-2017, cuando se pasará de unos 620 millones de euros a 825 millones anuales. Lejos, en cualquier caso, de los cerca de 3.000 millones de euros que recibe cada temporada la liga inglesa.
Para el presidente de la DNGC, hay tres tipos de mecanismos para luchar contra esos números rojos, empezando por los citados derechos de televisión al alza.
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Los otros son la renovación de los estadios, con ocasión del Euro de 2016 que se va a organizar en Francia, y que debería ayudar a los clubes a buscar ingresos suplementarios por su explotación, así como el "efecto positivo" que puede tener la celebración de esa Eurocopa sobre "el ecosistema del fútbol".