Colombianos y españoles tratarán de resarcirse a partir de las 10:00 a.m. (hora colombiana) de la amargura de caer en semifinales ante suizos (0-4) y nigerianos 1-3, respectivamente.
Ambos equipos ya tuvieron la oportunidad de enfrentarse en dos amistosos preparatorios en la Ciudad del Fútbol de la Federación Española. El conjunto de Ginés Meléndez ganó el primero por 3-0 y en el segundo se registró un empate a uno con un gol de penalti al final de Isco, que equilibró el tempranero tanto de Wilson Cuero y con los colombianos en inferioridad numérica desde el minuto 28 por la expulsión de Santa Moreno.
Se presenta, por lo tanto, un encuentro equilibrado entre dos conjuntos que se conocen bien y deseosos de cerrar con un bronce su participación en Nigeria 2009.
Para el cuadro de Ramiro Viáfara ganar significaría un hito histórico y lograr su mejor clasificación, puesto que el resultado más destacado en esta competición fue la cuarta plaza obtenida en 2003, cuando cayó en este encuentro ante Argentina en Finlandia.
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España, por su parte, acumula en los Mundiales Sub 17, tres subcampeonatos (1991, 2003 y 2007) y un tercer puesto (1997), y no quiere bajarse del podio.
"Cuando se pierde una semifinal con un resultado tan abultado, se vuelve complejo levantar anímicamente a los jugadores. Pero no es momento de caerse, sino de apuntar a todo lo positivo que se ha hecho hasta ahora. Nadie nos esperaba entre los cuatro mejores cuando llegamos a Nigeria, y sin embargo aquí estuvimos peleando por un lugar en la final. Ahora hay que ir a por ese tercer lugar que Colombia nunca ha conseguido", aseveró Viáfara en un mensaje contundente.
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Y es que la selección colombiana ha demostrado tener carácter y un espíritu indomable. Ante Argentina, en octavos de final, remontó un 0-2 adverso y ganó finalmente por 3-2 con dos goles en los últimos compases de Jean Blanco y Héctor Quiñones, y frente a Turquía en cuartos también peleó con todo para salvar el empate en el minuto 90 con una diana de Jorge Luis Ramos y luego meterse en semifinales en los penaltis.
España ha desplegado un buen fútbol de toque a lo largo del torneo. Solventó la primera fase con autoridad y en octavos se deshizo con contundencia de Burkina Faso (4-1) antes de necesitar también los penaltis ante Uruguay, que había igualado un encuentro que tuvo muy encarrilado el equipo de Menéndez con un 3-1.
Luego, en semifinales Colombia cayó ante una gran Suiza, un conjunto con empaque, buen manejo y unos atacantes de gran futuro, y España sucumbió ante el poderío físico y la velocidad de los nigerianos en la reedición de la final de hace dos años en Corea del Sur.
El delantero del Atlético de Madrid Borja Bastón tratará de aprovechar la contienda para acabar como máximo goleador del torneo. De momento encabeza la tabla con cinco tantos, aunque igualado con el nigeriano Sani Emmanuel, que también persigue el mismo objetivo, y el uruguayo Sebastián Gallegos, otro 'rojiblanco'.
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No obstante, justo detrás de este trío se encuentra el dúo mágico de Suiza, Nassim Ben Khalifa y Haris Seferovic, dos de los jugadores que mejores sensaciones han dado a lo largo del Mundial.
Meléndez podrá recuperar a Marc Muniesa y Edu Ramos, que se perdieron la semifinal por sanción, pero su gran baja será la de la promesa del Athletic Iker Muniain por lesión.
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Lo mismo que le ocurrió a Viáfara con Fabián Castillo y Daniel Cataño, que pueden volver tras cumplir su sanción, aunque Santiago Arias fue expulsado contra Suiza y tendrá que ver el partido desde la grada.
El encuentro lo dirigirá el malí Koman Coulibaly, quien estará auxiliado en las bandas por el marroquí Redouane Achik y el angoleño Inacio Manuel Candido.
Se calienta la gran final
En la última fase habrá representación latinoamericana, por cuanto el uruguayo Martín Vázquez tendrá el honor de ser el árbitro principal, con sus compatriotas Carlos Pastorino y Miguel Nievas en las bandas, mientras que como cuarto árbitro oficiará el paraguayo Carlos Amarilla.
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Los nigerianos parten con el cartel de favoritos a su cuarto título, con lo que se convertirían en los dueños de la competición, al dejar atrás a Brasil, que acumula tres.
Las jóvenes Súper Águilas defienden el título obtenido en Corea del Sur en su sexta final en el torneo, a la que han llegado con una autoridad incontestable. No obstante, su seleccionador, John Obuh, ha advertido de que no será fácil ante un rival que ha maravillado también por momentos.
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"Todo el mundo ha podido ver que Suiza posee argumentos de peso. Una vez más, va a haber que darlo todo para ganar. Hemos trabajado muy duro para defender nuestro título y ganar una segunda Copa Mundial consecutiva. Vamos a hacer todo lo que podamos para intentar conservar nuestro trofeo dos años más", afirmó Obuh.
Los anfitriones tratarán de imponer, como ante España, su vigor físico y su velocidad para desbordar a un equipo tan bien armado como el de Dany Ryser, que intentará hacerse fuerte en la medular y aprovechar sus dos 'puñales' ofensivos.
La ilusión de disputar su primera final en su debut mundialista y los argumentos futbolísticos exhibidos hasta ahora son las motivaciones añadidas de los suizos. En el camino dejaron atrás a potencias tales como Brasil, Alemania e Italia y ahora pretenden hacer saltar la banca por todo lo grande.