Ibargüen, nacido en Itsmina, en el departamento de Chocó, fue vinculado por un empresario al fútbol de Bosnia-Herzegovina donde atraído por unos dólares y la posibilidad de jugar en un equipo de primera, comenzó el drama del que aún no se recupera, según un comunicado del Ministerio de Trabajo.
Para la coordinadora del Grupo de Equidad Laboral del Ministerio del Trabajo, Lina Arbeláez, "a Jackson le vulneraron sus derechos de locomoción, a la libertad de actuación y determinación, afectando así su dignidad y convirtiéndolo en una víctima de la trata de personas".
El delantero relató que jugaba en el Laktasi Fk en Bosnia, del que luego fue traspasado al Celik, "donde sólo me pagaron cuatro meses de salario, pese a tener un contrato firmado por año y medio".
Añade que luego lo trasladaron al Sloboda, donde la situación fue peor, "pues no recibía salario sino reconocimientos parciales que no me permitían asumir gastos de mantenimiento de mi hogar".
Durante su tiempo de permanencia en clubes europeos, desde agosto de 2008 hasta febrero de 2013, ninguno de los clubes profesionales de fútbol le cumplió con la totalidad de los salarios.
También perdió una oportunidad de jugar en Croacia porque el equipo titular de sus derechos, a pesar de que no tendría ninguna vinculación con el mismo, pidió una suma exorbitante para su traspaso, y durante más de un año los dirigentes le retuvieron su pasaporte.
Ibargüen regresó a Colombia a comienzo de este año con la ayuda de amigos, pero sus tropiezos no paran. Cuando todo estaba listo para jugar en segunda división con la Universidad Autónoma del Caribe, no llegó a tiempo la carta de libertad por parte de las autoridades deportivas de Bosnia y el equipo lo hizo rescindir el contrato, truncándose la posibilidad de volver al fútbol colombiano y otra de irse a Grecia.
Su fuerza, dominio de balón y capacidad goleadora le auguraban a Ibargüen un futuro promisorio en el fútbol nacional y del exterior pues a su escasos 20 años el seleccionador colombiano José Silva lo convocó al equipo que disputó el Esperanzas de Toulón.
Allí anotó uno de los dos goles con los que Colombia derrotó a Turquía. El otro lo hizo el hoy delantero del Mónaco francés Falcao García.