El delantero del Santos le contó a GolCaracol cómo fue el episodio que le causó heridas de segundo y tercer grado. Pese al suceso, ya volvió a cocinar en su casa.
El domingo pasado, en el fútbol brasileño, la imagen de la fecha la protagonizó el colombiano Jonathan Copete. Marcó los tres goles de la victoria de su equipo, Santos, 3-2 sobre Sao Paulo. Pero las cámaras lo buscaron, más allá de sus tantos, por las heridas que mostró en su celebración.
Tras abrir el marcador, se quitó la camiseta y la licra y dejó ver las heridas que tenía en su torso. No eran por una acción de juego. “Estaba cocinando el lunes antepasado (3 de julio) con mi señora en la casa y tuve un accidente con la olla a presión. Al moverla se explotó y me hirió en los brazos y el abdomen. No dije nada en Santos y jugué así el siguiente partido, dos días después”.
Copete no quiso alarmar al club y tampoco se permitió quedarse fuera de la Copa Libertadores contra Paranaense 48 horas después del imprevisto. Jugar así fue doloroso. “En la Copa jugué todo el partido e hice un buen trabajo. Las heridas estaban recientes, porque solo habían pasado dos días, y durante el juego hubo mucha fricción y choques con los rivales que me lastimaron, pero pudieron más las ganas de jugar. En las duchas, los médicos me vieron y se dieron cuenta”.
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Al domingo siguiente, el delantero se destapó con los tres tantos del Santos, en la victoria 3-2 sobre Sao Paulo. Y también se desahogó. La furia con la que celebró tenía un mensaje oculto. “Lo de la celebración fue algo emocional, del momento. A veces los hinchas creen que uno va a la cancha únicamente a divertirse, pero la verdad es que también vamos enfermos o con problemas, y nadie se da cuenta. Quería que la gente se diera cuenta que uno lo da todo en la cancha, deja el corazón y el alma. Yo he dado siempre lo mejor y nunca me he escondido para jugar”, comentó la ‘fiera herida’, como le puso un periódico de Brasil.
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Copete ya regresó a la cocina, pues le gusta ayudar en su hogar con los oficios. “Siempre me ha gustado estar allí y ayudar. Creo que eso une mucho a las familias”, confesó.
El lunes del accidente, el delantero estaba ayudando a cocinar camarones para unos amigos a los que había invitado. Y lo seguirá haciendo, como antes de atender la llamada de Golcaracol.com, pues le hizo salchichas a su hija. “Llegar a la casa y ayudar hace parte de la vida. No solo soy un futbolista sino una persona a la que le llena de orgullo esa faceta en mi hogar”, finalizó Copete.
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