Desde que Blanco, de 43 años, asumió la presidencia del turístico municipio en diciembre del año pasado, sus detractores han cuestionado su experiencia en la política, alegando que sus asesores toman las decisiones en su nombre.
"Desde el primer momento vimos que no era un hombre con aptitudes para gobernar", aseguró el abogado Raúl Carrancá y Rivas, quien promovió ante las autoridades locales la remoción del ex futbolista, acusándolo de haber usado un contrato de arrendamiento falso para demostrar que vivía en la ciudad.
Carrancá y Rivas dijo además que tiene pruebas de que Blanco suele ausentarse de las reuniones del cabildo y pasa mucho tiempo fuera de Cuernavaca, ubicada a unos 85 kilómetros al sur de la capital del país.
La propuesta para revocar el mandato del ex goleador de la selección mexicana fue aprobada el jueves por el Congreso local y llegó el sábado a manos de los jueces del Tribunal Superior del estado de Morelos, que se espera que emitan un fallo en los primeros días de enero.
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Reuters no pudo contactar de inmediato a los magistrados estatales en busca de comentarios.
"Realmente no hay elementos (para el juicio político); pero, bueno, yo voy a seguir peleando con estos personajes o no sé cómo decirles. Es indignante todo lo que están haciendo", comentó Blanco telefónicamente desde las puertas de la Catedral de Cuernavaca, donde inició su protesta en la madrugada.
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"Llevamos apenas un día, pero aquí estaremos indefinidamente", añadió Blanco, quien como jugador se distinguió por sus regates y el poder de sus piernas, pero también por sus polémicos festejos y sus escándalos dentro y fuera de las canchas.