Las negociaciones comenzaron antes de que la FIFA anunciara esta semana la prohibición a inversores y empresas para ser propietarios de los derechos de los futbolistas, lo que refuerza la necesidad de Ribeiro de asociarse a un club para poder mantener sus actividades como agente e inversor, precisó el Canal UEC (Uberlandia Esporte Club), un portal controlado por hinchas.
El futuro de las negociaciones depende también del resultado en noviembre próximo de las elecciones a la Presidencia del Uberlandia, entidad de la Segunda División del estado brasileño de Minas Gerais, cuya capital es Belo Horizonte, añade la fuente.
Ribeiro dijo en una rueda de prensa hace dos semanas que su objetivo es reforzar el Uberlandia con jugadores que representa para esperar a que sus derechos se aprecien y poderlos negociar posteriormente con clubes europeos.
Admitió que uno de los mayores retos será convencer a los jugadores a fichar por un club de poco destaque en la Liga brasileña y que por, eso uno, de los principales objetivos será invertir en el Uberlandia para que tenga posibilidades de ascender a la Primera División, el próximo año.
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El grupo que participa en las negociaciones calcula que necesitará cerca de 1,6 millones de reales (unos 700.000 dólares) para financiar las operaciones del Uberlandia el próximo año.
Como socios del club, los empresarios ayudarían a pagar los salarios de los jugadores y los premios ofrecidos a los futbolistas por posibles conquistas.
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