"Hemos elegido el nombre Maidan-e-Sabz (Campo verde), para dar un mensaje de paz y estabilidad y lograr que olvidemos la violencia y el terror. Queremos hacer del país un campo verde", dijo a Efe el jefe de la Federación afgana de Fútbol, Keramudín Keram.
Los miembros de la federación han iniciado procesos de selección en las 34 provincias afganas con vistas a formar ocho equipos, y según Keram miles de muchachos han solicitado entrar en los equipos mediante mensaje de móvil al canal televisivo Tolo.
En cada programa, que será retransmitido por esa cadena, aparecerán 30 jugadores que se someterán a una evaluación "mental, física y táctica" por parte de entrenadores y ex jugadores afganos.
Los mejores entre ellos pasarán, previa aprobación de los televidentes, a formar parte de los ocho equipos que participarán en el campeonato.
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"Técnicamente no es una liga profesional, sino una prueba. Pero desde luego, esta es la primera vez que se televisa en un 'reality show", agregó Keram.
La selección afgana de fútbol ocupa actualmente el puesto 162 en la clasificación mundial de la FIFA, y los afganos más pudientes suelen seguir en sus televisores los principales campeonatos futbolísticos del mundo.
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Pese a la miseria general y el estado de guerra permanente, los afganos urbanos dan sobradas muestras de su amor por este deporte, y en la capital, Kabul, es habitual ver señas identificativas de clubes de la liga española, como el Real Madrid y el Barcelona.
Hasta la caída del régimen talibán en 2001, el fútbol era el único deporte que se practicaba oficialmente en Afganistán, aunque los estadios también eran usados por los integristas para juicios públicos frente a decenas de miles de personas.
Pese que la inseguridad es palpable en todo el país, Kabul sigue contando con un gran estadio de fútbol y este deporte continúa siendo el más popular, hasta el punto de que los propios talibanes dicen jugarlo en sus bastiones.
"El fútbol es bueno para la salud, y a veces nuestros milicianos dejan de lado sus escopetas y echan un partido en las montañas", dijo a Efe en una ocasión el portavoz de los insurgentes, Zabiullah Muyahid.
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Para Keram, sin embargo, el mensaje que debe prender es que el deporte debe funcionar como una base para lograr la unidad y el orgullo de los afganos, y dejar de lado el "racismo, la drogadicción o la corrupción", que "llevan la guerra al país".
Por eso, insiste, los jóvenes, aunque procedentes de distintos puntos del país y miembros de etnias históricamente enfrentadas, compartirán residencia en Kabul mientras dure este campeonato televisado.
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"He jugado al fútbol durante seis años en un campo polvoriento y ahora lo haré ante la televisión. Es mi sueño", aseguró a Efe Menalá Sekandari, un tendero de 22 años que participará en el programa.
"Quiero ser el mejor futbolista del mundo y mi sueño es jugar un día en el Real Madrid", añadió.
Sekandari aspira a chutar como Cristiano Ronaldo -"lo hace de manera diferente"- y de ese modo demostrar a su familia que jugar al fútbol "no es una forma de perder el tiempo".