"Son crímenes odiosos y
deben ser investigados por la policía, que tendrá nuestro apoyo", declaró
Clarke, en el cargo desde el pasado mes de agosto.
Fue Andy Woodward de 43 años,
exjugador del Crewe Alexandra actualmente en la cuarta División inglesa, quien
explicó al diario The Guardian haber sido víctima de abusos sexuales durante
años cometidos por su entonces entrenador Barry Bennell, condenado
posteriormente en varias ocasiones tanto en el Reino Unido como en Estados
Unidos por diversas agresiones sexuales desde los años 1970.
Otros exjugadores como Steve
Walters, de 44 años, y David White, de 49 y exdelantero internacional del Manchester
City, denunciaron después hechos similares.
También el exdelantero
internacional Paul Stewart, de 52 años y quien jugó en el Tottenham, Liverpool
y Mánchester City, reveló el miércoles haber sido víctima de un entrenador
pederasta cuando tenía 15 años, aunque no le identificó.
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"He escrito este jueves
a 30.000 clubes para sensibilizarles" sobre esta cuestión, añadió Clarke,
después de una reunión "muy emotiva" con Woodward.
Tanto el Mánchester City
como el Crewe Alexandra, equipos en los que trabajó Bennell, anunciaron la
apertura de investigaciones.
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El sindicato de jugadores
aseguró el miércoles haber recibido al menos una docena de denuncias.