En Italia todavía no saben qué hacer: por ahora el fútbol no tiene autorización

Mientras, los jugadores han vuelto a entrenar de manera individual, pero sometidos a un protocolo sanitario muy estricto contra el nuevo coronavirus.

¿Podrá reanudarse la liga italiana de fútbol el 13 de junio? Los clubes parecen unidos alrededor de esa intención, al menos en apariencia, mientras que el ministro de Deportes mantiene la incertidumbre con sus declaraciones.

¿En qué punto estamos?

El miércoles, la liga italiana de fútbol señalaba al 13 de junio como la fecha de reanudación deseada y el jueves el influyente presidente del Comité Olímpico Italiano, Giovanni Malago, aseguraba "al 99%" que el torneo se retomaría en esa fecha.

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El optimismo era la tónica dominante, pero duró apenas unas horas. El mismo jueves, un comunicado de la liga y otro del sindicato de jugadores profesionales (AIC) dejaron claro que la reanudación de los entrenamientos colectivos, prevista para el lunes, estaba en realidad muy en duda.

Numerosos clubes estiman que el protocolo sanitario, elaborado por la Federación Italiana de Fútbol siguiendo las recomendaciones del Comité Técnico y Científico que asesora al gobierno italiano en esta crisis, es demasiado estricto o directamente inaplicable.

Hay dos puntos que presentan especialmente problemas. El primero se refiere a las dificultades logísticas de los clubes para una especie de 'blindaje'.

Teóricamente, los jugadores deberían ejercitarse y luego comer y dormir en el centro de entrenamiento o en un hotel dedicado a ellos por entero para evitar todo riesgo de contagio. Numerosos clubes no tienen ese tipo de instalaciones.

La segunda piedra en el camino es la cuarentena colectiva. En caso de un miembro del plantel o del cuerpo técnico den positivo por COVID-19, todos los demás deberían quedar en aislamiento y su trabajo se detendría.

"Es algo que nos preocupa", reconoció el viernes el presidente de la Federación, Gabriele Gravina.

Los clubes italianos desearían por lo tanto que se adoptara el modelo de Alemania para la Bundesliga, donde la cuarentena sería individual, para la persona enferma, y no colectiva.

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¿Quién a favor o en contra?

El viernes, la Federación y la Liga se reunieron y prepararon nuevas propuestas para los ministros de Deportes y de Sanidad.

El frente común que el mundo del fútbol italiano había conseguido presentar en las conversaciones con el gobierno parece tener ahora fisuras ante los siguientes pasos.

Según la prensa deportiva de Italia, el Inter de Milán está al frente de la "revuelta", como la califica en su portada del viernes La Gazzetta dello Sport. Otros le han seguido, como el AC Milan, el Atalanta, el Nápoles, la Fiorentina, la Sampdoria o el Génova.

En total, más de la mitad de los veinte clubes de la Serie A estarían en contra de la idea de la concentración desde el lunes, sin tener más garantías.

Otras formaciones que parecen tener más por ganar si vuelve el campeonato presionan a favor de una reanudación. Es el caso de la Lazio, segunda a un punto del líder Juventus cuando la Serie A fue interrumpida el 9 de marzo.

Según el Corriere della Sera, el club romano, que confía en poder conquistar el 'Scudetto' este curso, organizaría incluso desde hace días partidos de tres jugadores contra tres en el entrenamiento, cuando el protocolo actual no autoriza por ahora nada más que sesiones individuales.

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Conte, última palabra 

En su comunicado del jueves, el sindicato de jugadores compartió su "perplejidad" respecto al calendario previsto. Los jugadores están dispuestos a retomar su actividad, pero desean garantías y una fecha validada por el gobierno para el regreso a las competiciones.

El ministro de Deportes, Vincenzo Spadafora, ha sido escéptico durante bastante tiempo sobre la reanudación de la Serie A pero parece mostrarse más abierto en los últimos días.

Este viernes llegó incluso a mostrarse dispuesto a estudiar la hipótesis de la cuarentena individual "en función de la evolución en los diez próximos días" si "la curva de contagio lo permite".

Pero en cualquier caso, el balón tendrá que pasar por los pies del primer ministro Giuseppe Conte, gran amante del fútbol e hincha de la Roma, que tendrá la última palabra como responsable del gobierno italiano.

Los dirigentes de la Federación y de la Liga, que recuerdan regularmente el considerable peso económico del fútbol italiano, deben reunirse con él la próxima semana, en una fecha todavía no decidida.