Se trata de una estatua de bronce de cinco metros de alto y varias toneladas de peso, realizada por el artista francés de origen argelino Adel Abdessemed, que se exhibe desde principios de octubre en la plaza de Beaubourg, frente al museo parisino del Pompidou.
Mediante una carta, los presidentes de los distritos franceses de fútbol piden a Zinedina Zidane, un "excampeón olímpico deportivo, futuro entrenador, hombre y sobre todo padre", que denuncie esa obra y "ponga fin inmediatamente a ese uso negativo de su imagen".
Ese grupo de presidentes considera que con esa escultura "provocadora" el artista optó "deliberadamente" por ocultar el talento del jugador "y todas las emociones positivas que supo compartir con su país".
Por ello, según esa carta recogida en la edición digital del diario deportivo L'Équipe, destacan que el exintegrante de la selección gala reflejaría su apoyo "indefectible a los valores educativos" del fútbol francés rechazando la exhibición de su imagen en esa escultura.